El día de ayer, 9 de diciembre del año 2025, fue un día memorable. Comenzó viajando temprano a la Clínica del Remei porque la burocracia tiene más poder que la terapia y haber que revisar papeles. No critico al personal de la clínica. Al contrario. Hicieron lo que tenían que hacer con la mayor diligencia y amabilidad. Saben tratar a los adultos como adultos, que no es poca cosa. No me gustan nada los sanitarios que para mostrar que se preocupan de ti te tratan como si fueras el niño de una guardería que se ha caído en el patio. Hace ahora quince años pasé también por el quirófano de esta clínica y salí tan satisfecho con el trato recibido que pregunté si había manera de dejar una muestra escrita de mi agradecimiento. Pero todo lo que tenían era hojas de reclamaciones. No había hojas de felicitaciones. En esta ocasión hasta el anestesista -cubano- me trató con la mayor diligencia. Me puso anestesia total y desperté operado y dispuesto a comerme el mundo con mis muletas. Para las cinco de la tarde ya estaba en casa. Mi mujer salió un momento a comprar heparina y yo me levanté del sofá para llevar una bandeja a la cocina. Y entonces me caí dando con la cabeza contra el filo de un peldaño. Noté que perdía el equilibrio y que caía pero no recuerdo los detalles de lo ocurrido. Solo sé que me vi en el suelo sangrando por una herida en la cabeza y sin fuerzas para levantarme. Como la sangre iba en aumento intenté levantarme para que mi mujer no se asustara al verme tirado cono un guiñapo, pero no podía. Alcancé el teléfono y la llame. Resultado: 5 puntos de sutura en el frontal posterior. Pero tras las pruebas pertinentes concluí que lo que de verdad estaba herido era mi ego.
miércoles, 10 de diciembre de 2025
lunes, 8 de diciembre de 2025
La Obama, cancelada.
Hay un feminismo excéntrico y faltón, que, simple y llanamente, se muestra contrario a la vida adulta y se empeña en no perder ocasión de demostrarlo. El último caso: el adelgazamiento de Michelle Obama, que ha sido visto como una traición a la causa. «¿Por qué, Michelle?», se lamentaba Najat El Hachmi en las páginas de El País el pasado día 5. «Por qué tú? ¿Por qué has decidido traicionar la causa feminista?» ¿Y en qué felonía antifeminista ha caído la señora Obama para producir tanta decepción? Pues que ha adelgazado. A mi me hubiera parecido razonable que las feministas se alegraran de la pérdida de grasa corporal de la Obama, aduciendo que su cuerpo es suyo y que si se autopercibe mejor como flaca que como gorda tiene todo el derecho a materializar su autopercepción, pero no. ¡Ha sido cancelada!
domingo, 7 de diciembre de 2025
Nuestro tiempo
No sé si alguna vez existieron tiempos tranquilos. Posiblemente los tiempos tranquilos son una construcción del esfuerzo conjunto de la desmemoria y de la vanidad de la existencia. Hoy la desmemoria se ha convertido en un programa político y la vanidad de la existencia se muestra en esa jactancia del presente por sentirse el momento culminante de la historia, es decir, el tribunal frente al cual debe rendir cuentas el pasado por haber sido diferente a como nos gustaría que hubiera sido. Ahora bien, si el tiempo es aquello -decía Schopenhauer- en virtud de lo cual todo se convierte en nada en nuestras manos y pierde todo su valor real, la vanidad de la existencia y la desmemoria no serían más que dos vanos intentos de engañar al tiempo, de resistirnos a aceptar que todo presente histórico se construyó con la inteligencia que había disponible. También el nuestro. Y la inteligencia disponible siempre es muy escasa.
sábado, 6 de diciembre de 2025
Un borracho a caballo
Quizás las buenas intenciones sean el principal enemigo de la filosofía. Es decir, el deseo de injertar en la realidad nuestros deseos con la esperanza de que el tiempo se precipite haciéndolas realidad. Pero las buenas intenciones suelen tener mucha más prisa por cambiar las cosas que por comprenderlas; siempre piensan a favor de lo que pueda complacerlas y en contra de todo aquello que pueda hacerles daño, como si se pudiera pensar honestamente si se tiene miedo a hacerse daño. O, dicho de otra manera, las buenas intenciones se empeñan siempre en cambiar lo que muy precipitadamente se cree haber comprendido. El primer deber de quien quiera comprender y, por supuesto, el primer deber de quien quiera poseer eso que llamamos "pensamiento crítico", es aprender a describir, es decir, aprender a ver en las cosas, como decía Balmes, lo que hay en ellas, ni más, ni menos. Digo esto pensando en la incipiente filosofía de la innovación. A mi modo de ver la innovación es un caballo desbocado sobre el que cabalga un borracho. Pero los filósofos de la innovación tienden a pensar que se puede poner al servicio de nuestras buenas intenciones. Si Marx confiaba en la máquina para construir un mundo nuevo, la innovación confía en sí misma. Marx aceptó, y el mundo nuevo fue un infierno.
viernes, 5 de diciembre de 2025
De Madrid al cielo
Yo pensaba, ingenuo de mí, que el llamado Ministerio de igualdad defendería la igualdad. ala hora de hacer, no la igualdad a la hora de padecer. Pero resulta que si ahora escribo aquí "charo", "feminazi" o "planchabragas", en el Ministerio de Igualdad decidirán que me encuentro en la franja incorrecta del espectro políticamente correcto. Pero hoy, pase lo que pase, nadie me va a quitar el buen sabor de boca que he ido acumulando estos pasados días. El miércoles llegué a Madrid, procedente de Málaga, cuando aún no eran las 12:00. Como tenía tiempo, me dispuse a caminar al menos media hora. Pero tras un cuarto de hora mi rodilla izquierda se empeñó en que parara un taxi. Llegué a Puerta de hierro a la hora convenida. Y me sometí al interrogatorio que tuvieron a bien someterme los muchachos de TheNomba gente que, ¡ya lo verán!, dará mucho que hablar. La verdad es que el interrogatorio duró dos horas y llegó un momento que me encontraba agotado. Pero llegué sano y salvo al final. De allí al hotel Don Juan de Austria y a la Tatiana, para la presentación de La dignidad el mediocre. ¡Qué tarde más memorable! El salón estaba lleno y repleto de caras amigables. Bajo la batuta de la periodista Helena Farré nos dispusimos a intercambiar razones José Luis Pardo -un genuino "maître à penser") y un servidor de ustedes.
Creo que la realidad superó las expectativas. Después tenía previsto asistir a los festejos de los navarros residentes en Madrid que se reúnen en San Fermín de los navarros para celebrar lo que somos, pero Pedro Herrero me empujo hacia la juvenalia. En medio me comprometí a participar en un documental sobre Pío Baroja. Al día siguiente, me levanté temprano. A pesar del frío, me apetecía ir andando hasta los estudios madrileños de la COPE para dejar grabada mi intervención de los jueves en el programa de Jorge Bustos. Amaneció, cuando llegué a La Castellana, con unos colores sucios, de café con leche aguado, que fueron adquiriendo unas tonalidades grises desganadas. A la salida de la COPE me esperaba un taxi para llevarme a los estudios de la 4, para una entrevista de media hora con Miguel Manso, sobre La dignidad del mediocre.
Manso me cayó muy bien. Estoy convencido de que nos volveremos a ver. Después a Atocha a coger el tren para Barcelona. Justo al llegar a Calatayud me sonó el móvil. Era el tudelano Miguel Buttini, para ver cómo podía intervenir en el documental sobre Pío Baroja.
miércoles, 3 de diciembre de 2025
Sevilla, Málaga.
El lunes en Sevilla, el martes en Málaga (invitado por la buena gente de CESUR) y el miércoles en Madrid. Todo transcurre bien y serenamente. Estoy satisfecho. Esta tarde presentamos La dignidad del mediocre en la Fundación Tatiana. He viajado de Sevilla a Málaga en un coche particular en magnífica compañía, pero al llegar al hotel me apetecía estar solo, descansar un poco y salir a picar algo, a mi aire, por las cercanías de la catedral. Callejear es algo parecido a un vicio solitario. Chispeaba y hacía fresco. Sin embargo los turistas parecían en su salsa. Me senté en una terraza cubierta, frente al Thyssen, al lado de una pareja de mi edad que estaban en una mesa alta, sentados en taburetes. Pedí ensaladilla rusa y tortilla de camarones. Cuando me sacaron la ensaladilla la pareja -alemanes- se interesó por cómo se llamaba lo que comía. Se mostraban tan interesados que les ofrecí que la probaran, pero se negaron derramando sobre mí toda suerte de agradecimientos y ensalzando la hospitalidad hispana. A medio comer la ensaladilla me sacaron la tortilla y volvieron las preguntas y mi oferta. Esta vez la mujer dijo que sí y se hizo con una buena porción de tortilla. Tenía que ofrecerle al marido, que me miraba como pidiendo limosna. Casi se zampó otra buen trozo. Eso sí, sin parar de agradecer la generosidad hispana. Les dije que para confirmar esta hospitalidad visitaran el puente de los alemanes. Me obedecieron, se fueron, me dejaron solo, llegaron dos músicos y se pusieron a tocar en medio de la calle. Pedí otra tortilla. ¡Qué par de genios, los dos músicos!
lunes, 1 de diciembre de 2025
Anunciando despedidas
Me voy despidiendo del mundo... exterior. En octubre renuncié a un viaje -¡y qué ganas tenía de hacerlo!- por tierras de Colombia (Medellín y Bogotá) y Chile (Puerto Varas) y ayer mismo renuncié a otro por este último país (Santiago y Concepción). Hago lo que sé muy bien que tengo que hacer y por eso mismo me duele, porque no me queda otro remedio que aceptar sin aspavientos la derrota de la edad. Ya no estoy para viajes largos. ¡Si un viaje a Cartagena (la murciana) me tiene amuermado en el sofá un par de días! Pero he reservado un viaje postrero, de despedida... a México, el país más surrealista del mundo, el que más me ha dado y el que más se me ha enganchado al alma. Por supuesto, la gente que me quiere intenta desanimarme, pero no lo van a conseguir. Merezco una despedida en condiciones de mi propio pasado viajero.
Sangre en la arena
El día de ayer, 9 de diciembre del año 2025, fue un día memorable. Comenzó viajando temprano a la Clínica del Remei porque la burocracia tie...