martes, 30 de agosto de 2016

De Jean Jaurès a Raoul Villain

Jean Jaurés, figura legendaria del socialismo francés, profundamente deprimido ante la inminencia de la primera guerra mundial, exclamó: “¿Pero es que el hombre estará perpetuamente  condenado a concebir realidades que no podrá realizar?”

Jaurès era un hombre caracterizado por su insaciable hambre de porvenir. Tanto es así que sus discursos, como le recriminaba uno de sus principales adversarios, Clemenceau, “se reconocen inmediatamente. Todos los verbos están en futuro”.

Pero el rumor de la guerra lo condenaba a imaginar un futuro imperfecto, cosa difícil de soportar para él.

Un día después de pronunciar aquellas palabras, el 31 de julio de 1914, jaurès fue asesinado por un desequilibrado, Raoul Villain. 

Tres días después, Francia entró en guerra.  

Visto cómo transcurre la historia humana, habrá que decir que, efectivamente, el destino del hombre es concebir realidades que nunca podrá realizar completamente. Los políticos deberían tener valor, al menos, para decirse esto a sí mismos, ya que, con toda probabilidad, no lo tendrán para decírselo a sus electores. 

El futuro siempre se reserva la última palabra. Y siempre tiene un punto amargo. Esto es aplicable incluso al asesino de Jaurès, Raoul Villain. El 29 de marzo de 1919, dado su estado mental, fue declarado no culpable y puesto en libertad. Poco tiempo después se exilió en Ibiza, donde era conocido con el nombre de “el loco del puerto”. Fue ejecutado en 1936 por unos milicianos republicanos.

Pero Villain quedó con un hilillo de vida y tardó dos días en morir, abandonado en la playa.

2 comentarios:

  1. ¡Que interesante! Sobre todo ese final. Gracias

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  2. Toda una tragedia, desde luego.
    Por lo que veo, Villain fue absuelto en 1919 por un jurado popular (estuvo preso durante la guerra), un resultado escandaloso para muchos. El motivo del asesinato fue que el pacifista Jaurès intentaba por todos los medios evitar el estallido de la guerra, mientras que Villain era un nacionalista que deseaba la guerra con Alemania para que Francia pudiese recuperar Alsacia y Lorena, que le habían sido arrebatadas tras la guerra franco-prusianalo, lo que en 1919 se había conseguido tras la derrota alemana.
    El clima de patriotismo en Francia y la consideración de que el motivo del asesinato de Jaurès fue patriótico habrían hecho posible el veredicto de absolución.
    Que los asesinos de Villain ignoraran quién era (lo mataron por si acaso era un espía fascista) podría tomarse como un rasgo de justicia poética por los indignados por su absolución.

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