Acabo de leer en la prensa que el 40% de la población sufre trastornos posvacacionales. Obviamente se está mejor disfrutando de unas buenas vacaciones que sufriendo un mal trabajo, pero es tu trabajo el que te permite tener vacaciones. Hace unos días un informe alertaba de lo que sufren los alumnos, y especialmente las alumnas, de bachillerato en España a causa del tremendo estrés a que se ven sometidos. La verdad es que comparando el esfuerzo que se exige a un alumno de bachillerato actual con el que tenía que encarar uno de COU, uno no se explica como los de COU logramos salir vivos. Mires por donde mires te encuentras con una veta de sufrimiento psico-emocional. Así que, o bien la sociedad nos trata cada vez peor o bien somos cada vez más incapaces de resistir la frustración. Hace tiempo que sospecho que una de las características de la cultura contemporánea es la negación de la tragedia, es decir, de la colisión del bien con el bien. Lo peor del triunfo de la tecnología es la ideología que la acompaña, que nos anima a creer que, sea el que sea el problema con el que nos encontremos, hay por algún lugar una tuerca que, bien ajustada, lo solucionará. Pero no es siempre así, por eso la frustración tiene siempre una silla reservada en nuestra mesa y lo mejor que podemos hacer es recibirla con serenidad.
miércoles, 3 de septiembre de 2025
martes, 2 de septiembre de 2025
El elusivo yo
Por la Plaza de Ocata apareció hace algún tiempo un reputadísimo neurólogo y, como el roce hace el cariño, hemos acabado de tertulianos. No veo que tengamos muchas posibilidades de acuerdo porque nos separa ni más ni menos que Aristóteles. Es decir: el busca lo primero en sí y yo, lo primero para nosotros. Cuando se busca el yo neurológicamente no se encuentra nada y por lo tanto los neurólogos afirman alegremente que el yo no aparece por ningún sitio en el cerebro. Esta mañana hemos discutido de esto. Yo he intentad refutarlo con un argumento que me parece definitivo: cuando los neurólogos buscan al yo en sus laboratorios el yo, efectivamente, se les escabulle; pero cuando al salir del trabajo se van a tomar una cerveza y alguien dice «yo pago», nadie tiene dudas de quién tiene que pagar. En definitiva, que las cosas humanas hay que buscarlas de manera humana si se quiere dar con ellas. El yo, como la conciencia o la libertad, tan escurridizos en los laboratorios, son ni más ni menos que los presupuestos imprescindibles para que haya vida política, que es lo primero para nosotros. Así que, aunque tengamos pocas posibilidades de acuerdo, no paramos de discutir y de decir «tú» e, incluso, «yo».
lunes, 1 de septiembre de 2025
Don Quijote en América
Miguel de Cervantes quiso ser nombrado corregidor de La Paz, la actual capital de Bolivia. Lo pidió infructuosamente el 21 de mayo de 1590. Posiblemente eligió esta ciudad porque aquí vivían sus amigos Juan de Salcedo Villandrando y Rodrigo Fernández de Pineda. Algunos han manejado la hipótesis de que El Quijote pudo ser escrito en tierras americanas en 1605. No parece probable, pero lo cierto es que desde 1962, Cervantes es «Corregidor Perpetuo de La Paz». ¿Cómo hubiera sido El Quijote de haber sido escrito en América? El que sí consiguió llegar a América fue Tirso de Molina, que residió en Santo Domingo de 1616 a 1618. Aquí conoció la vida y milagros del erotómano don Luis Colón, tercer Almirante de las Indias y nieto del Descubridor, que presentaba no pocas similitudes con Don Juan Tenorio.
Abuelos
1 de septiembre. Volvemos a ser abuelos. Durante un par de meses nuestros hijos nos han dejado a nuestro aire y, si bien de vez en cuando echábamos de fata a los nietos, teníamos nuestras actividades que nos libraban de la melancolía. Casi diría que durante dos meses hemos vuelto a ser recién casados. Pero con el primero de septiembre vuelve a sonar cada día el timbre de la puerta. O sea, que antes ha sonado el despertador. Si los padres van a trabajar y los hijos aún no son suficientemente autónomos como para quedarse solos en casa, la casa de los abuelos siempre está abierta. Ser abuelo es ser un ser incondicionalmente disponible. No digo que esté mal. Es lo que toca y la gracia de la vida consiste en hacer en cada momento lo que toca. Posiblemente la de los abuelos es la institución más española y un conservador tiene el deber moral de respetarla.
Tiempos lloricas
Acabo de leer en la prensa que el 40% de la población sufre trastornos posvacacionales. Obviamente se está mejor disfrutando de unas buenas ...