martes, 20 de febrero de 2018

Los semblantes del privado

Baltasar Gracián me anima a recuperar una entrada antigua dedicada al capitán Andrés Fernández de Andrada y a su inmortal Epistola moral a Fabio.

Recuerden: 
Más quiere el ruiseñor su pobre nido
de pluma y leves pajas, más sus quejas
en el bosque repuesto y escondido,

que agradar lisonjero las orejas
de algún príncipe insigne, aprisionado
en el metal de las doradas rejas.

Triste de aquel que vive destinado
a esa antigua colonia de los vicios,
augur de los semblantes del privado.
La colonia de los vicios es la Corte y el privado, el consejero o ministro del monarca. 

El poeta en lugar de “rostro” emplea “semblantes” resaltando la fuerza de la comparación., porque el semblante, además de la cara, es el estado de ánimo que se asoma al rostro. Y es precisamente aquí donde interviene Baltasar Gracián, que escribe en El Criticón: "Los áulicos, como siempre están contemplando el rostro de su príncipe y brujeándole los afectos...". 

La cita de Gracián se encuentra en la segunda parte del Criticón, publicada en 1653. Es, por lo tanto, posterior a la Epístola.

Y esto es lo que quería decir.
Ya, dulce amigo, huyo y me retiro
de cuanto simple amé: rompí los lazos.
Ven y sabrás al grande fin que aspiro,
antes que el tiempo muera en nuestros brazos.

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