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viernes, 13 de junio de 2025

Llorar

 I

Que la verdad es una mala estrategia política es algo que se ha sabido desde que existe la política. Ahí están Polieno y su Stratagemata, dedicada a Marco Aurelio y Lucio Vero. «Vosotros preocuparos por vencer», les viene a decir Polieno a los políticos, «que ya vendrán los poetas a cantar vuestras victorias». Donde leemos «poetas» podemos leer hoy «periodistas.» En política gana quien gana, tenga o no tenga razón.

II

Sin duda una táctica exitosa para ganar es  practicar de manera verosímil el cínico arte de transferir responsabilidades a la hora de enjuiciar los fracasos y de usurpar méritos a la hora de proclamar los triunfos.

III

En este psicosocialismo que se ha convertido en el régimen político del presente, llorar parece proporcionar victorias que no se pueden conseguir con silogismos.

IV

Si estás convencido de que la historia es superior a la moral, es decir, de que es la historia la que crea la moral, y además te consideras el intérprete privilegiado de la historia, acabas teniendo un problema grave a la hora de interpretar la naturaleza humana.


jueves, 12 de junio de 2025

Madrileando

I

En Madrid aún se puede pasear entre tormenta y tormenta de primavera. Todavía no cae sobre el asfalto el alud de fuego del ferragosto, la temperatura es cálida-acogedora, aún no cálida-abrasadora. Los atardeceres son lo mejor de esta ciudad y, posiblemente sean también los mejores atardeceres de España.

II

Llegué el martes por la tarde, con 40 minutos de retraso que me obligaron a abrirme paso a codazos por los pasillos de la estación de Atocha y a lanzarme en plancha sobre un taxi. Tenía que llegar con el menor retraso posible a la Fundación Mutua Madrileña para grabar una entrevista que me propusieron como miembro del Colegio Libre de Eméritos. Le pedí permiso al taxista para cambiarme de ropa en el interior del taxi y el hombre no solamente accedió sino que me contó varios casos mucho más notables que el mío.

III

De allí, al hotel, el  RIU de la Plaza de España. Mi habitación en el piso 20, con espectaculares vistas: a la izquierda, el Palacio Real, en frente la Casa de Campo, a la derecha... en alguna de esas ventanas del edificio de la derecha han transcurrido horas importantes -y tórridas- de la historia recentísima de España.

IV

A las 17:00 un taxi me llevó hasta los estudios de la admirable gente de Aprendemos Juntos. Aprecio mucho a estos jóvenes entusiastas que hacen unos vídeos (los del BBVA) con una dedicación y un cariño admirable. Estoy en deuda con ellos y cuando me propusieron grabar otro vídeo, no lo dudé. Al terminar, el gran Victor Blanco me llevó a cenar a un restaurante de postín, el Verdura&Brasa, donde una vez más pude comprobar por qué esto del buen yantar es una de las bellas artes que no es accesible para mi economía cotidiana. 

V

Esta mañana la he dedicado a pasear por la ciudad, demorándome lo posible por llegar a las 12:00 a una cita que, por cierto, ha resultado útil. Ha defendido que si queremos ayudar a los niños pobres lo que debemos hacer es enseñarles matemáticas por el camino más transitable posible, pero sin rebajar ni la exigencia ni el rigor. Hay que huir como de la peste de los currículos pobres para niños pobres.

VI

La librería de viejo del pasaje de San Ginés ha desaparecido. Una más. A las 14:55 se ponía en marcha el AVE que me devolvía a casa. Por la televisión de casa he visto la granizada que ha caído sobre Madrid.

sábado, 7 de junio de 2025

Trasímaco

 I

La justicia, dice Trasímaco en el primer libro de la República de Platón, es beneficiar a los amigos y perjudicar a los enemigos. Las cosas estaban así de claras porque aún no se había inventado el bien común, que es la idea que nos sirve para ocultar a Trasímaco, no para eliminarlo, ni mucho menos.

II

Recogiendo la tesis de Trasímaco, pero sofisticándola un poco, Carl Schmitt sostiene que la política es el arte de diferenciar entre amigos y enemigos. Por supuesto, nadie se atreve a defender semejante idea. Es demasiado cruda. Pero eso no impide su realidad. 

III

De Trasímaco a nuestros días la verdad sigue siendo la verdad, por mucho que la mona se vista de seda. Basta con leer la prensa sin las gafas buenistas para descubrirla.

IV

Leo Strauss sugiere que el objeto de la República es darle la razón a Trasímaco, pero hacerlo con palabras de Sócrates, que parece que se la quita.

viernes, 6 de junio de 2025

Los trovadores

I

Hoy en el tren un marroquí me ha cedido su asiento, el agareno, rodeado de cristianos no ha permitido que le rechazara la oferta. Dios se lo pague. Yo solo he podido compensarlo con la calderilla de mi agradecimiento.

II

Por la mañana, conferencia a los alumnos de magisterio de la Universidad de Barcelona. Sus caras son el reflejo de nuestro futuro. Les he contado por qué esta mañana estaba intentando aprenderme de memoria un soneto nada fácil de Quevedo.

III

Para celebrar los 50 años de la edición del libro Los trovadores de Martín de Riquer ha tenido lugar un acto en un lugar emblemático de Cataluña: la Academia de las Buenas Letras. He quedado prendado, como era previsible, de la maestría de Victoria Cirlot, he saludado a Victoria Camps ("te cito en mi próximo libro", me ha dicho) y he pasado un rato muy agradable hablando de lo divino y de lo humano con el grandísimo Jaume Pòrtulas. Pero, por encima de todo, he aplaudido con ganas la intervención de Francisco Martínez, mi socio en Rosamerón. 

IV 

Un libro al que le vengo dando vueltas:


V

Intercambio de mails con Manuel Oriol, de Encuentro. Tengo que tomar decisiones y como que disfruto postergándolas.

VI

Comida con mis dos socios. Tengo mucha suerte de contar con ellos. Saben más que yo, son mejores que yo y se han echado a la espalda la editorial. Les agradezco mucho que me hayan cedido el noble y frívolo papel de diletante.

miércoles, 4 de junio de 2025

Aforismos

 I

Ando desganado para la escritura. Suelo, eso sí, venir por aquí con alguna idea, pero me pongo a escribirla y me parece sinsustancia y manida. Pero tengo que escribir entre otras cosas -y esta no es la menor de ellas- porque sé que mi amiga B. espera estos apuntes y no quiero decepcionarla. Escribo, ya lo ven, para mi amiga de París.

II

Esta mañana he visitado un colegio, vástago del Colegio Madrid y de la ILE, que acaba de nacer en la cima del Tibidabo.  ¡Qué emocionante es ver a un grupo de gente joven imaginando el futuro! ¡Y qué triste ser viejo y vivir acompañado de una sombra de escepticismo proyectada por el mismo sol de la juventud ajena! Volveré... aunque solo sea por repetir el viaje. 

III

He subido al tren en Ocata poco después de las 7:00. En la Plaza de Cataluña he cambiado a los Ferrocarriles Catalanes, que me han dejado en las puertas de la avenida del Tibidabo, donde he cogido el bus 196 hasta la Plaza Dr. Andreu. Finalmente, en Funicular (que me han abierto para mí solo) hasta el Parque de atracciones. Justo detrás del Templo del Sagrado Corazón, casi tocando a la Torre de las aguas, está el colegio Montiba. A la vuelta he decidido bajar caminando a Barcelona por el camino más largo: 17:300 pasos. Barcelona, desde lo alto, se me ha antojado que tenía algo de convaleciente. 

IV

Ayer volví al otorrino. Esta vez tampoco escuche a la enfermera cuando me llamó. Pero en esta ocasión fue cariñosa y amable. Tengo una pérdida auditiva del 60% en un oido y del 70% en otro. Detesto tener que vivir con prótesis, pero me temo que no hay otro remedio que acogerme a una prótesis auditiva para controlar mis crecientes diálogos de besugo con la gente que se para a hablar conmigo.

V

Estoy viviendo un momento ornitológico-aforístico. Voy cazando aforismos al vuelo allá donde se presentan, que es en cualquier parte y a cualquier hora. A finales de agosto tengo que enviarle unos cuantos a Javier Sánchez Menéndez.

VI

Yo no creo mis aforismos. Surgen de una parte desconocida de mí mismo y no los puedo considerar cabalmente como obra mía. Son la obra del otro en mí.

VII

El día 30 de mayo impartí una conferencia en Bogotá ante más de mil docentes. En estos casos es inevitable que la mayoría de los asistentes no tenga rostro. Es imposible visualizarlos a todos. Pero vas recorriendo el paisaje humano que te escucha con la esperanza de encontrar un rostro con el que sintonizar. Cuando lo encuentras, ves que va siguiendo tus palabras con atención, que responde a las bromas con una sonrisa y a los comentarios serios con algún apunte. Entonces te aferras a ese rostro como a una luz en la oscuridad. En Bogotá se trato de una monjita benedictina, muy poquita cosa, pequeñita y enjuta, pero de una mirada luminosa y un rostro sereno y alegre. En cuanto pude encontrarme con ella le di un abrazo, por haber sido mi directora de escena.

lunes, 2 de junio de 2025

Bogotá

 I

Viaje corto a Bogotá para participar en una convención de centros educativos. Entre otras cosas les muestro que el 70% de los alumnos de 15 años de Colombia se encuentra en los dos niveles inferiores de PISA (hay 7), aquellos en los que, según la OCDE, están los que solo saben operar con un pensamiento concreto, mientras que en los dos niveles superiores, en los que están los que saben operar con un razonamiento formal, el porcentaje de alumnos no llega al 1%. Compruebo que lo que les digo les impacta. Me aplauden mucho. Sin embargo al día siguiente una pedagoga les hablará de la pedagogía de la felicidad y le aplauden lo mismo que a mí.

II

Decía Goethe que la felicidad es una aspiración plebeya. Cada vez estoy más convencido de ello. En las escuelas es hoy más importante hablarles a los niños de la felicidad y del bienestar socioemocional que enseñarles a leer, escribir y resolver problemas matemáticos. 

III

Nunca habíamos hablado más que ahora de autonomía, de creatividad o de pensamiento crítico. Pero lo que hacemos es estabular emocionalmente a niños ignorantes.

Llorar

 I Que la verdad es una mala estrategia política es algo que se ha sabido desde que existe la política. Ahí están Polieno y su Stratagemata ...