La felicidad es hacer una inmensa cazuela de arroz y que no quede ni un grano. Es ver que se prolonga la sobremesa mientras tu discretamente subes a refugiarte a tu cuarto con tus libros y tu sofá. Es ver cómo va declinando la tarde y sube tu nieto a despedirse de ti, lamentando que se tiene que ir, pero es culpa del papa... La felicidd es poder contar esto... Bueno, sí, quizás le deba algo mi beatitud a las tres gotas que disuelvo cada mañana en medio vaso de agua. Pero no ha sobrado ni un grano de arroz.
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sábado, 14 de noviembre de 2020
La felicidad me la dio tu arroz
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