tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post6388217793732974807..comments2024-03-29T08:30:23.315+01:00Comments on El Café de Ocata: Carnap y Strauss en ChicagoGregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-45043500913840386522010-06-27T10:32:52.969+02:002010-06-27T10:32:52.969+02:00A mí no me líe, que la idea fué del nieto. Y prepá...A mí no me líe, que la idea fué del nieto. Y prepárese para lo que va a seguir...claudiohttps://www.blogger.com/profile/08867207336478957331noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-30121484890801632932010-06-26T08:55:18.896+02:002010-06-26T08:55:18.896+02:00Está por hacer una historia de las mujeres de los ...Está por hacer una historia de las mujeres de los filósofos. Pobrecicas, que diría mi suegra. Las mujeres filósofas, se las dejamos a Fina Birulés.lolahttps://www.blogger.com/profile/00870239234989950159noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-89870037187844059172010-06-26T08:44:33.126+02:002010-06-26T08:44:33.126+02:00Lola: Ante jóvenes recién salidos de las trinchera...Lola: Ante jóvenes recién salidos de las trincheras de la Primera Guerra Mundial era difícil sostener que el ideal tiene más fundamento que la muerte.<br />Lo nuestro es peor. No sabemos nada de las trincheras, ironizamos sobre la muerte y nos hemos merendado el ideal.<br /><br />Tengamos fe. Y punto.<br /><br />Efectivamente, mi nieto no tiene ninguna duda sobre si su madre está presente en una habitación o no. <br /><br />Por cierto: ¿Cómo se sentiría la mujer de Cassirer? La de Russell sabemos que estaba muy acostumbrada al engaño de su marido.Gregorio Lurihttps://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-92092796094510439632010-06-26T07:59:48.392+02:002010-06-26T07:59:48.392+02:00Ahí está nuestro -imposible- Davos. El pobre Cassi...Ahí está nuestro -imposible- Davos. El pobre Cassirer asistió ya cadavérico. Nosotros y nuestra postpostmodernidad somos aún espectadores. Oísmos voces, airadas, lejanas. Son insultos, pero todo lo que tenemos enfrente está aún animado por este desprecio, que no diálogo. De ahí el fin de la filosofía, y me temo que incluso del pensar.<br /><br />O no: tengamos fe en nuestros nietos. De momento el suyo ya se come con patatas a Carnap. Démosles tiempo.lolahttps://www.blogger.com/profile/00870239234989950159noreply@blogger.com