tag:blogger.com,1999:blog-288840002024-03-19T06:59:32.318+01:00 El Café de OcataGregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.comBlogger7380125tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-16016666498815155132024-03-18T19:54:00.004+01:002024-03-18T22:58:53.615+01:00El guionista caprichoso<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">A eso de las cuatro de la tarde ha sonado el teléfono. Era una de esas llamadas que esperas que nunca lleguen y que cuando llegan, siempre sin avisar, te encogen el corazón y te estrechan el mundo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">He ido al traumatólogo. En resumen: me ha recetado dos inyecciones anuales de ácido hialurónico, una en cada rodilla. En total: 600€. Ya sabía yo que esto era grave. Sin embargo con la dieta se ha mostrado escéptico: "Es buena, siempre que no reduzca la masa muscular...".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">De lo terrible a la rodilla con esa singular solución de continuidad que se llama vida. Estaba yo pensando en el guionista tan poco versado en arte dramático que escribe nuestras vidas y me ha interrumpido otra llamada, esta vez desde Sevilla. Me invitan a que conferencie por tierras sevillanas y malagueñas. </span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-58014273535526570822024-03-17T20:41:00.004+01:002024-03-17T20:41:59.457+01:00Silencio, se vive<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hay momentos en misa en que se produce un silencio profundo y es fácil dejarse llevar por él hacia un remanso de paz. Normalmente suele haber algún niño que lo rompe con un lloro o un quejido o una palabra incomprensible. Hoy el silencio ha sido compacto. Tan compacto que uno podía sentirse flotando en él. Cuando se producen silencios así, tan hondos, tan intensos, tan vivos, uno sabe que está, exactamente, donde debe estar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El día ha sido tranquilo. Sin hijos, sin nietos, y con una sopa haciéndose a fuego lento a lo largo de la mañana, porque dice mi mujer que lo mejor para mi rodilla es la sopa de huesos. En algún sitio ha leído que ha de estar hirviendo un mínimo de tres horas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hemos vuelto de misa dando un rodeo, para aprovechar las calles desiertas. Este pueblo tiene sus momentos y si se saben descubrir, te ayudan a enraizar en él.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Me escribe M.C. desde Santiago: "</span><span style="caret-color: rgb(0, 0, 0); font-family: inherit; font-size: 18px; text-align: start;">...No me resigno a que el viento se lleve sus <i>Bienaventuranzas da despedida</i>, buenas para venteañeros y para octogenarios como yo. No dudo de que podrá agavillar fragmentos de libros suyos y de conferencias en que aparezca ese tratadito para educación de príncipes; incluso aunque se pierdan sus finezas galaicas de resucitar a Amor Ruibal y Pastor Díaz y aquellas sabrosas anécdotas y fábulas (mejor inclúyalas). Á. R. me ha proporcionado su dirección electrónica: la deseaba desde agosto pasado en que caminé desde Premiá a San Adrián del Besós orillando la costa; a la altura del Masnou le mandé un saludo imperceptible."</span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-7064901582620780722024-03-17T00:45:00.005+01:002024-03-17T00:45:34.409+01:00Dune<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Día de hacer poco y dormir mucho. Me he levantado tarde y me he regalado una siesta larga en mi sofá, con mi manta del alma, mis zapatillas, el sonido de mi tele, la luz tan familiar que entra por las ventanas y mi Agente Provocador al lado. Hay que alejarse de las cosas entrañables para poder disfrutar del triunfo de la reconquista.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">He intentado escribir un rato, pero lo he hecho de manera forzada y se ha resentido la naturalidad de la escritura. Cuando las cosas no salen derechas, hay que dejarlas para otro día. Si intentas enderezarlas, acabas malhumorado y, finalmente, rendido.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">He acompañado a mi mujer a ver la segunda parte de <i>Dune</i>. A ella le gustan estas coas. Yo, sin embargo, no acabo de entender que tienen que ver estos espectáculos con el cine.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV<br />Me entero por Rob Henderson de algo que, por lo visto, decía Sarasate: "Durante 37 años he practicado 14 horas diarias, y ahora me dicen que soy un genio,"</span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-51877146319237045372024-03-15T21:53:00.001+01:002024-03-15T21:53:31.685+01:00Piedras radiantes<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Regreso de Santiago de Compostela. Pero no se vuelve nunca del todo de los lugares en los que te has sentido como en casa. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">"Sí, Galicia está muy bien", me decía ayer una persona, "¡Pero está tan lejos de todo!" Lo entiendo, pero eso permite que esté muy cerca de sí misma y eso es lo que la hace más atractiva.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhVyNrpicO_yaDcebYjhvBtEjzlBjc0E3cdl5JfDORLczlu0cODQHcyk4CY5NRi41YgW2qZbV26k6sV67ywgY_4AeKQYEY_q7sKcQc2vSErNBkYyistQghl7z018-ka1WpYNb-UA5gBMLB3BfjLsIx_atirs6RhUZcENudHTi9-Y5DlfByIbsGctw" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhVyNrpicO_yaDcebYjhvBtEjzlBjc0E3cdl5JfDORLczlu0cODQHcyk4CY5NRi41YgW2qZbV26k6sV67ywgY_4AeKQYEY_q7sKcQc2vSErNBkYyistQghl7z018-ka1WpYNb-UA5gBMLB3BfjLsIx_atirs6RhUZcENudHTi9-Y5DlfByIbsGctw=w640-h480" width="640" /></a></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">He pasado la mañana trabajando en la habitación del hotel. De vez en cuando echaba una mirada al obrero que estaba reparando el tejado. Después me ha llevado al aeropuerto todo un señor lutier. Siento una admiración profunda por las personas que hacen cosas realmente relevantes: los panaderos, los albañiles, los carpinteros, los lutiers... El artesano es la figura mayor del humanismo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Viaje muy incómodo en avión. No me caben las piernas en estos aviones de la señorita Pepis. Si el viajero de al lado se apropia del reposabrazos, estás perdido. Almas estabuladas que como pájaros enjaulados no dejamos de mirar el cielo, ta próximo, por las ventanillas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En el aeropuerto del Prat he ayudado lo que he podido a un matrimonio de ancianos que andaban completamente desorientados. Venían de Andalucía e iban para Badalona, pero esta era la primera vez que hacían el viaje en avión. ¡Qué laberíntico puede ser un aeropuerto moderno para muchas personas mayores que arrastran dos pesadas maletas!</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VI</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjnykvoVlVVavYXv1UqSyeS7Bcp3qRRG8Gz2j2mgRRqK8wrYT1-anp8HQcTzchU87DP3JGM4kkBnE88bwU1LYfsrTZM4RzQ_qSYIdLk641YsbmNh6sYPgH1o06afuclJdLFBcrSCa95_zYeV-5C9trkmOWO3u31g2b22xLbY7W6LR-8Ip5Q-0HwRw" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1024" data-original-width="768" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjnykvoVlVVavYXv1UqSyeS7Bcp3qRRG8Gz2j2mgRRqK8wrYT1-anp8HQcTzchU87DP3JGM4kkBnE88bwU1LYfsrTZM4RzQ_qSYIdLk641YsbmNh6sYPgH1o06afuclJdLFBcrSCa95_zYeV-5C9trkmOWO3u31g2b22xLbY7W6LR-8Ip5Q-0HwRw=w480-h640" width="480" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Al llegar a Barcelona, con tanto sol, he añorado la finísima lluvia gallega, cuyo destino parece ser mantener las plantas en flor y las piedras radiantes. No hay piedras más presumidas que las de Santiago.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VII</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ley moral del viajero conferenciante: haz las cosas de tal manera que te apetezca volver.</span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-42120473901619215082024-03-14T12:09:00.002+01:002024-03-14T12:09:23.326+01:00La política de capa y espada<p style="text-align: justify;"> I</p><p style="text-align: justify;">Santiago santiaguea y así encaja con mi memoria de la ciudad. Tras la sorpresa del día de ayer, hoy no hay ni rastro del azul del cielo. Orvalla, que es lo que toca. Las losas de las calles brillan como acabadas de bruñir y el musgo de las iglesias cumple a la perfección su misión de santificar la piedra. En días así hay que comer pan gallego, el más rico del mundo, a dos carrillos. Y eso es lo que estoy haciendo en el Casino.</p><p style="text-align: justify;">II</p><p style="text-align: justify;">Yo sabía que tenía que estar a las ocho allí. Así que quedé con que pasarían a recogerme al hotel a las siete cuarenta. Me he despertado, me he duchado, me he arreglado, he desayunado deprisa y corriendo y he salido a la puerta del hotel a esperar a que vinieran a recogerme. Como lo que pasaba era el tiempo, le he dicho al recepcionista que si alguien preguntaba por mí, le dijera que ya me había ido. Bajo el calabobos (¡qué diferencia, a favor del gallego, entre orvallo y calabobos!) he ido hasta donde tenía que ir. He llamado a la puerta y me ha abierto la mujer de la limpieza. Me ha mirado extrañada, pero como yo iba justo de tiempo, he seguido para adelante. En el salón de actos no había nadie. Entonces he caído que tampoco había nadie en la entrada. He mirado la invitación. El acto era justo doce horas después.</p><p style="text-align: justify;">Y luego, in continente,</p><p style="text-align: justify;">calé el chapeo, requerí la espada,</p><p style="text-align: justify;">miré al soslayo, fuime, y no hubo nada.</p><p style="text-align: justify;">III</p><p style="text-align: justify;">Gracias Dios, que siempre protege a los débiles, acabo de conocer a alguien tan inútil como yo: incapaz de cambiar una bombilla, de arreglar un grifo que gotea, de clavar un clavo en la pared, de aprender a bailar un pasodoble, de... organizarse por el mundo sin la brújula de su mujer. Esto de encontrar un gemelo competencialmente fallido es un bálsamo para el ego herido.</p><p style="text-align: justify;">IV</p><p style="text-align: justify;">No sé hacer nada práctico. En una ferretería soy tan inútil como una momia, pero sé quién fue Onesícrito de Astipalea, Lastenia de Mantinea, Zósimo de Panópolis... y me he leído las 11.000 páginas de la obra completa de Balmes y las mil y pico de <i>La mística ciudad de Dios</i> de Sor María Jesús de Ágreda. ¿A dónde puedo ir con este bagaje? </p><p style="text-align: justify;">V</p><p style="text-align: justify;">Eso sí, he dado con la librería Couceiro. He subido al tercer piso, donde tienen los libros de viejo y me he comprado <i>La política de capa y espada</i> de Eugenipo Sellés (1876), más que nada por su rabiosa actualidad.</p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-9825925044325811972024-03-13T23:11:00.003+01:002024-03-13T23:11:57.037+01:00Santiago<p><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p><span style="font-size: medium;">Ya está a punto: </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-v6-5gXqLum_fCqiYGBYJJkiRvnc-yQI6iruIVdKWEf7JF2E4Y4-NMDtPo7GcnmtZMUJqL1O1srL8goWKGhml0JR37trIc1EZgajJ98SAchfIf6oJ-_cKjhQftSBiP63OuLeCge6jg8L8SwJdxrtLsq1Av1334ZB5mqEl4lOdKofFqlTvrp-o1A/s1977/Una%20triste.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="1977" data-original-width="1404" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-v6-5gXqLum_fCqiYGBYJJkiRvnc-yQI6iruIVdKWEf7JF2E4Y4-NMDtPo7GcnmtZMUJqL1O1srL8goWKGhml0JR37trIc1EZgajJ98SAchfIf6oJ-_cKjhQftSBiP63OuLeCge6jg8L8SwJdxrtLsq1Av1334ZB5mqEl4lOdKofFqlTvrp-o1A/w284-h400/Una%20triste.jpeg" width="284" /></span></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></div><span style="font-size: medium;">Me preguntan en una entrevista: "Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?</span><div><span style="font-size: medium;">Mi respuesta: Creo que se me aparecería mi madre diciéndome que no se me ocurra morirme con las manos sucias.</span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Estoy en Santiago de Compostela, bajo un cielo protector, de un azul compacto, y un sol que iba declinando serenamente, arrancando de las piedras de la catedral dorados inesperados. Nunca la había visto tan radiante.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Estoy alojado en un antiguo convento franciscano. Duermo en una celda con una ventana que da a un hermoso claustro. Como en un antiguo refectorio. Camino por pasillos interminables, etc., pero aunque el hotel es cómodo, nada de esto es genuino. El espíritu que levantó este edificio ya no está aquí adentro. Se ha perdido entre los planos de los arquitectos remodeladores.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">V</span></div><div><span style="font-size: medium;">En la comida pido un vino reconfortante para acompañar el bacalao y celebrar la compañía:</span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgJ_DS77QWXWIScHaP-2j8qhfykbXylgXuQCC4bowHprA9riEHuXN6q4iqb49FxB7d4C3Q3P8Hptdjg-DP9rKv1v0wT8-3jtW0uLKhS3fa4PHXj_W8icnuY-3HJ8APehwisISwS66BJ5JwW8H6N_1uabExopWwZN1ckUbWTM3pn9iFwPPG9K4wzbA" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: medium;"><img alt="" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgJ_DS77QWXWIScHaP-2j8qhfykbXylgXuQCC4bowHprA9riEHuXN6q4iqb49FxB7d4C3Q3P8Hptdjg-DP9rKv1v0wT8-3jtW0uLKhS3fa4PHXj_W8icnuY-3HJ8APehwisISwS66BJ5JwW8H6N_1uabExopWwZN1ckUbWTM3pn9iFwPPG9K4wzbA" width="180" /></span></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><span style="font-size: medium;"><br />VI</span></div><div><span style="font-size: medium;">Largo paseo con una persona que me resulta muy entrañable, Ángel Ruiz. Hablamos de lo humano, de lo divino, de don Pego y de García Máiquez e incluso nos da tiempo para ir al claustro de la catedral a rendirle un pequeño homenaje al gran Amor Ruibal:</span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKY15Mm84z_9n4_lK-wyUfUYZ-GiwgDEc2hjpUBHU7oUmB6_S0ffc5IEWGEHn0KkXGK4BrJwgLJM29bE3G-b3uPfjV292LbwyflY6_-GoCyg3xTnMuA6m9MSXXQSS5KoLT1-mQ1Tkp5Xx66Py8z1gk_okbXFk8dUjrvQF3DQyqjA_g7WaS5_NTtg/s4032/IMG_2734.HEIC" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKY15Mm84z_9n4_lK-wyUfUYZ-GiwgDEc2hjpUBHU7oUmB6_S0ffc5IEWGEHn0KkXGK4BrJwgLJM29bE3G-b3uPfjV292LbwyflY6_-GoCyg3xTnMuA6m9MSXXQSS5KoLT1-mQ1Tkp5Xx66Py8z1gk_okbXFk8dUjrvQF3DQyqjA_g7WaS5_NTtg/s320/IMG_2734.HEIC" width="240" /></span></a></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj9duDW3UJiYeFh8U2LPy9arvZ-SncGjZ2BBylzIqK-9rpOzb5lYx79pMhAxVlug313ik7eIttTPguOJsqDE9N44uSDlilH0yG8EvMiOuESEcQO3WyB5kuo39xj6OuQnO3nooZW60W4hzCWqfW1BdkFHAalxBfymE6PbwivdXi1X2hOdwT5VurXg/s4032/IMG_2733.HEIC" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj9duDW3UJiYeFh8U2LPy9arvZ-SncGjZ2BBylzIqK-9rpOzb5lYx79pMhAxVlug313ik7eIttTPguOJsqDE9N44uSDlilH0yG8EvMiOuESEcQO3WyB5kuo39xj6OuQnO3nooZW60W4hzCWqfW1BdkFHAalxBfymE6PbwivdXi1X2hOdwT5VurXg/s320/IMG_2733.HEIC" width="320" /></span></a></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUcb3Ey1mfvDRO3r4krbO1ok0JrBbzoxLUxBQF3Xa-F5IVupV6Pk77EhVs5dvoJje1elAUUJdgEZ5OlUmpR0diszbO7gqII1CV4XVPvIqTI92W2bzQQimvsUERThNvwez3InzG0yJXJQAjlSndU1tZToh2iwMKFWaEMMyfa1wagKXY29GPbTYOhw/s4032/IMG_2732.HEIC" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUcb3Ey1mfvDRO3r4krbO1ok0JrBbzoxLUxBQF3Xa-F5IVupV6Pk77EhVs5dvoJje1elAUUJdgEZ5OlUmpR0diszbO7gqII1CV4XVPvIqTI92W2bzQQimvsUERThNvwez3InzG0yJXJQAjlSndU1tZToh2iwMKFWaEMMyfa1wagKXY29GPbTYOhw/s320/IMG_2732.HEIC" width="240" /></span></a></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><div><span style="font-size: medium;">VII</span></div><div><span style="font-size: medium;">Hay días que deberíamos poder repetir.</span></div><div><div><p><br /></p></div></div>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-57629433326476463222024-03-13T08:23:00.004+01:002024-03-13T16:57:02.935+01:00MI Agente Conspirador<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ayer vino mi Agente Conspirador y se acabó estar de Rodríguez. Me di una paliza intentando ordenar la casa para que la encontrara habitable. Pero no he podido salvar todas las plantas. En cuanto se va ella, se me suicida alguna.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Y hoy me voy yo para Santiago de Compostela a hablar de <i>Las bienaventuranzas de la despedida</i>. Ya les contaré.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Tengo demasiadas cosas en la cabeza. Es decir, tengo más cosas en mi cabeza que lo que da de sí mi capacidad para ordenarlas. Convivo con momentos caóticos un pelín surrealistas que, la verdad sea dicha, no me desagradan.</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-26925806877538627732024-03-12T00:04:00.003+01:002024-03-12T00:04:24.453+01:00Toda la tarde viendo pasar nubes<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Día soleado, de mucho trajín y trabajo intermitente. Sigo cojo y hasta el lunes no tengo hora con el traumatólogo. Me parece a mí que esto de mi rodilla derecha es serio. El de la azotea de enfrente ha salido esta mañana temprano a fumar. Hoy ha tenido una conducta distinta. Se ha parado frente a la puerta que comunica la azotea con la casa y ha pasado un buen rato dándole cabezazos. ¿Un don Quijote en paro haciendo el sandío?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Por la mañana, tras llevar a mi nieto G. al colegio le he dedicado un rato a <i>La vida de Plotino</i> de Porfirio, que, en realidad, es una reflexión sobre la edición de las obras de Plotino. La primera reflexión escrita de un editor. Al darme cuenta de esto he tenido una idea...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me ha llegado, cuando estaba camino de la plaza de Ocata, <i>El comunismo en España</i>. <i>Mito, pueblo y revolución</i>, de Andreu Navarra. Le haré de telonero de su presentación en la librería Alibri, el 17 de abril. Un honor.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En la Plaza de Ocata he tenido visitas inesperadas que me han ayudado a olvidarme del ordenador y a hablar de mil cosas triviales, que son las ricas. Al quedarme solo he pedido una cerveza y unas patatas. Hay veces que si me ofrecieran un imperio pediría que, por favor, esperasen un rato.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">A las 17:30 reunión cordialísima y muy instructiva por zoom con varios jesuitas de Hispanoaméricas. Próximamente participaré en un debate sobre el currículo que han puesto en marcha. Me gusta lo que están haciendo. Están sacando vino nuevo de los odres viejos de la <i>Ratio Studiorum</i>. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VI</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Después charla telefónica con Ana Palacio sobre Chantal Delsol. Hablar con Ana es una de las cosas importantes que se pueden hacer hoy en día en todo el mundo mundial.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VII</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Cena sencilla. Un poco de tele. Comienzo y acabo un artículo de 1.500 palabras para una revista. Hay que ver lo fácil que salen algunas veces los artículos largos y lo que cuesta escribir uno corto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VIII</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Toda la tarde viendo pasar nubes frente a mi ventana. Aparecían por la derecha e iban a paso de caracol algodonado hacia la izquierda. Una procesión curiosa, bella, gratuita y sin significado. He perdido (o ganado) mucho tiempo observándolas, con esa atracción irresistible de la pura belleza sin fin.</span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-44040322209397987692024-03-10T21:07:00.000+01:002024-03-10T21:07:16.335+01:00Lo vago concreto<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Demasiadas horas ante la pantalla del ordenador. Excesivas... y pico. Tengo la vista resentida, muy cansada. Así que aquí lo dejo, por hoy.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pero antes una reflexión sobre el lenguaje emocional que no estoy seguro de lo que vale, pero que a mí me está costando lo suyo. Digamos que es una reflexión en tránsito... no sé si a la papelera o al libro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Por razones que ahora no vienen a cuento, he llegado a la conclusión de que las pruebas PISA, especialmente las de matemáticas, evalúan el pensamiento formal de nuestros alumnos que, honestamente, es muy pobre. Son pruebas piagetianas. Esta mañana me preguntaba cuáles son los factores que mantienen a nuestros escolares tan pendientes de lo concreto y tan incapaces de elevarse hacia lo formal. He llegado a la conclusión (provisional) de que uno de esos factores es el lenguaje emocional, tan en boga en nuestras escuelas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">No negaré que los nombres que ponemos a las emociones tienen un componente conceptual/formal. Pero es pequeño y ambiguo, porque en lo formal no cabe el sujeto hablante y en las emociones todo es sujeto, experiencia propia, vivencia. Lo formal es aquello que nos aleja de lo concreto y biográfico y nos dirige hacia la idea (la definición). En el concepto puro de círculo no hay nada mío. Por eso las verdades del objeto supuesto que llamamos círculo se derivan necesariamente de la misma estructura formal de la suposición.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Las verdades geométricas son necesarias, eternas y comunicables en el lenguaje puramente denotativo de la geometría, Pero el dolor que siento ahora es mío y solo mío. Si lo puedo comunicar refiriéndome a un concepto, es porque supongo que la persona a la que me dirijo ha experimentado lo mismo que he experimentado yo y que nuestra común experiencia está recogida en el nombre. Esto quiere decir que l</span><span style="font-size: large;">o que entre los conceptos puramente denotativos es transferencia, en los cargados de connotaciones es, como mucho, empatía. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Siento que "me duele tu pecho", le escribe Mme de Sévigné a su hija enferma. </span><span style="font-size: large;">Entendemos lo que quiere decir, pero no podemos sentir su dolor. Nuestro pecho no puede sentir el "siento" que Mme de Sévigné siente en el suyo como reflejo del dolor de su hija.</span></p><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Yo siento que el predominio del vocabulario emocional ancla a nuestros niños en lo concreto, en lo específicamente suyo, en la interpretación subjetiva de su sentir aquí y ahora, en la apología de lo vago concreto, si se me permite la expresión.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">III</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Ahora sí. Lo dejo.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><p></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-49971505291085364962024-03-10T01:30:00.001+01:002024-03-10T01:30:17.547+01:00La cabaña de Bohr<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Llevo un buen rato dándole vueltas a este gráfico: Indudablemente el gasto en educación importa... especialmente si está bien administrado:</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjjcAQbWiB3f5qeMIW44rdukiW4P6lFngb3GyZHtxdxJgOqiJVeB1qTycqCyPVCOqIXfK1Kzw0pUFWbu007nRQBVG_9Gr9eyZbqfsa9mw6pg5VADe_wvIOD6CR7qx9PAXry2BkHkfIcILSuvxtz19tbuVEGlj_0AxjKu2CPYu-wOH8qQKeEnIrEew" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="742" data-original-width="894" height="531" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjjcAQbWiB3f5qeMIW44rdukiW4P6lFngb3GyZHtxdxJgOqiJVeB1qTycqCyPVCOqIXfK1Kzw0pUFWbu007nRQBVG_9Gr9eyZbqfsa9mw6pg5VADe_wvIOD6CR7qx9PAXry2BkHkfIcILSuvxtz19tbuVEGlj_0AxjKu2CPYu-wOH8qQKeEnIrEew=w640-h531" width="640" /></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Día de lluvia intermitente. Indudablemente los días así no están hechos para las buenas gentes que andamos de Rodríguez. Nos falta luz dentro de casa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mucho trabajo improductivo. Intento repasar alguna cosa de Amor Ruibal porque la semana que viene quiero hablar de él ni más ni menos que en Santiago de Compostela. De hecho mi intención es citar a Nicomedes Pastor Díez, a Amor Ruibal y a su biógrafo, Avelino Gómez Ledo y a Domingo Carvallo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me han escrito los frailes capuchinos invitándome a darles una conferencia en enero del año que viene. Son, sin duda, seráficos previsores. Les he dicho que, puesto que son capuchinos, pueden contar conmigo incondicionalmente. No en vano (se lo confieso a ustedes) llevo una sencilla Tau de madera colgada del cuello. Cuando se lo conté a Armando Pego, me dijo que no era un amuleto. Pero yo creo que aunque no es solo eso, también es eso.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hace unos años, catorce exactamente, mi mujer y yo atravesamos Bulgaria caminando en etapas de 30 km de promedio. Al salir del pueblo de Banya, un domingo temprano, me encontré una herradura en el camino y, por supuesto, me la colgué de la mochila. A partir de ese momento el azar amigo se nos fue presentando a cada paso a brindarnos su ayuda. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El físico Niels Bohr recibió un día una visita en una cabaña que tenía en la montaña. El visitante se sorprendió al ver una herradura clavada sobre la puerta de entrada. ¿Usted, que es científico cree en estas cosas?", le preguntó. "¡Por descontado que no!", le respondió Bohr. "Pero me han asegurado que las herraduras funcionan aunque no creas en ellas." No parece que sea un deshonor compartir esta opinión con el premio Nobel danés.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-10544699882373275452024-03-09T09:01:00.006+01:002024-03-09T09:01:37.776+01:00Vic<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">I</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ayer tocaba Vic. Participé en una mesa redonda con Miguel Ángel Tirado, Ferran Riera y Marta Zaragoza. O sea, jugaba en casa. La noche acabó con una muy buena cena con una muy buena gente. Llegué a casa a eso de las 2:00 de la mañana, y caí como un tronco en la cama.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pero antes pasé por una de mis librerías de viejo preferidas, Costa Llibreter, en el casco antiguo de la ciudad, y por el Museo de arte medieval de la ciudad. Un museo impresionante, con piezas absolutamente deslumbrantes en un recorrido inabarcable para el sentido común. Es un Museo para visitar mil veces y comprobar que cada vez es la primera.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">I</span><span style="font-size: large;">II</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Por supuesto, tuve mis conversaciones privadas con Nuestra Señora de la Lectura Lenta:</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgF0zh4Vqeq9LsqNok9C1TvQaM8NY8hz3TO0kmcPiqIp4aBzcbUjya1aLNCZuJxaUZosWmSXoNuQkiTfmwO2jNhUOXi_4JSjvMqPy04S0Q2jg6ECSrO4TsQwHs2ajqnd5_2CSM07cSd3QSWBBFfe7fSQKWpoi7Yss96i39Z_Eh7iRKRRRG4wVUkSg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1024" data-original-width="768" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgF0zh4Vqeq9LsqNok9C1TvQaM8NY8hz3TO0kmcPiqIp4aBzcbUjya1aLNCZuJxaUZosWmSXoNuQkiTfmwO2jNhUOXi_4JSjvMqPy04S0Q2jg6ECSrO4TsQwHs2ajqnd5_2CSM07cSd3QSWBBFfe7fSQKWpoi7Yss96i39Z_Eh7iRKRRRG4wVUkSg=w480-h640" width="480" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Clave de bóveda. Principios del XV</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhb4_9oR8F3nymmJkD4s5K6-9Tmfnfa4sBzJypaspX--1oZKZUl_t6xPaFh26saVM84Q6mGJ679C7YzP_c2LyUer1qWkrbzBTaHjHjwr_DsdXJNne_1BzKgwVlc9WhUDmer0gaVHkvH2sJQjbkivdofAUcSlNPo6GNyNV-wyLMaE2IZ931Z-ARyPQ" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhb4_9oR8F3nymmJkD4s5K6-9Tmfnfa4sBzJypaspX--1oZKZUl_t6xPaFh26saVM84Q6mGJ679C7YzP_c2LyUer1qWkrbzBTaHjHjwr_DsdXJNne_1BzKgwVlc9WhUDmer0gaVHkvH2sJQjbkivdofAUcSlNPo6GNyNV-wyLMaE2IZ931Z-ARyPQ=w480-h640" width="480" /></a> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh46M5B7lX6P5CQjiwiPdrb2VJgpkjx5mqH8RmsCbnKHV1qMOKG8DTuU-SRl0zr4PHrG3asRXpDLHGevEFR4SFpwjKrBynFUlrYBqEHNCEhTpPBO9YJw0efFIdcYUFOfr5BNIZQKSuB5_tsV2CPz6o03-oS5ReI2y04AHIxyR-APNXK3cFEZAogcw" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh46M5B7lX6P5CQjiwiPdrb2VJgpkjx5mqH8RmsCbnKHV1qMOKG8DTuU-SRl0zr4PHrG3asRXpDLHGevEFR4SFpwjKrBynFUlrYBqEHNCEhTpPBO9YJw0efFIdcYUFOfr5BNIZQKSuB5_tsV2CPz6o03-oS5ReI2y04AHIxyR-APNXK3cFEZAogcw=w480-h640" width="480" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Primer tercio del XV</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhafTVNaj5YS9S2Rl76v9S0MKuTcn7hlNr8vDzvS1Yz6UfRMjHbfoWyYjqN-kv_1lMxmakeNrLCa_QFwc2rUx1px-Q00imPzEwgXOIOsCQvaLd2U02bOiFV28LWgM7mIHByLgyI7kISqh6iC9iC7YAR2Clocf9Cn5nm6zIbQwWukZScpcQOoSYhkA" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhafTVNaj5YS9S2Rl76v9S0MKuTcn7hlNr8vDzvS1Yz6UfRMjHbfoWyYjqN-kv_1lMxmakeNrLCa_QFwc2rUx1px-Q00imPzEwgXOIOsCQvaLd2U02bOiFV28LWgM7mIHByLgyI7kISqh6iC9iC7YAR2Clocf9Cn5nm6zIbQwWukZScpcQOoSYhkA=w640-h480" width="640" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Santa Ana, la Virgen y el Niño. C. 1505. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Del pintor navarro Juan Gascó, nacido en Tafalla y muerto en Vic en 1529, conocido también como Juan Navarro.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi3a7Mh_KCNRoTtaKWGSab4emq8UO4-VitRqptQbQulRlcidG_Ez_zGjf52_kaJvIhLq_265TCLJhl2SkehGkfj0FejT4DsNJFUTp4hV-vFUaA86AtOQ4zNtH8crZSB_SZ0rCo3_YSkdg-lB8KlS6aq5n6r-EOSiqD2HV0NMBDbrSLtj6-cn6XS7w" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi3a7Mh_KCNRoTtaKWGSab4emq8UO4-VitRqptQbQulRlcidG_Ez_zGjf52_kaJvIhLq_265TCLJhl2SkehGkfj0FejT4DsNJFUTp4hV-vFUaA86AtOQ4zNtH8crZSB_SZ0rCo3_YSkdg-lB8KlS6aq5n6r-EOSiqD2HV0NMBDbrSLtj6-cn6XS7w=w640-h480" width="640" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Frontal del altar de Bellver d ela Cerdaña. Tercer cuarto del siglo XV</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjJ8k_O5Fbb6Umo4GSPlAWyl43awubJhcHmXR1m73H2IXpYVuU4YdLY8S-gDzKZqmFwpG5nTDTr2bThifQRCZCPOKduBgMSXFP2uI3ijvTamNagZx_lOBSvJ5KGtmw6fTsoq1nvMg2k_knF8rx6MODZKEE6AYEX_3YHsCG2Cmk1YIjwHPVrMbizng" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjJ8k_O5Fbb6Umo4GSPlAWyl43awubJhcHmXR1m73H2IXpYVuU4YdLY8S-gDzKZqmFwpG5nTDTr2bThifQRCZCPOKduBgMSXFP2uI3ijvTamNagZx_lOBSvJ5KGtmw6fTsoq1nvMg2k_knF8rx6MODZKEE6AYEX_3YHsCG2Cmk1YIjwHPVrMbizng=w480-h640" width="480" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Jordi de Déu.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Santa Ana y la Virgen. último cuarto del siglo XV</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgQ52X4eGFx6kkVgARobVyE7elFaYTztgCRdYbEfpXN6Z6qH4l2uAwSe24_KPOjIqQiuGjR9wWxsRNRZXqCGDpxwWfuTzA65kS-lLYSwiOEKZio3Im1LEuboL4deEoggEz1zmJyiqWpYq9hrKdBibTdz4VHkZ8LchvxACMpru15sMx3sw6Gxk9GPA" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgQ52X4eGFx6kkVgARobVyE7elFaYTztgCRdYbEfpXN6Z6qH4l2uAwSe24_KPOjIqQiuGjR9wWxsRNRZXqCGDpxwWfuTzA65kS-lLYSwiOEKZio3Im1LEuboL4deEoggEz1zmJyiqWpYq9hrKdBibTdz4VHkZ8LchvxACMpru15sMx3sw6Gxk9GPA=w480-h640" width="480" /></a></div><br />Anunciación. Primer tercio del siglo XIV</div></div></div></div></div><p></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-47911550182415910252024-03-07T21:59:00.002+01:002024-03-07T21:59:31.423+01:00Plotino<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ayer me hicieron una pregunta que detesto: "¿Qué crees que puede enseñarnos hoy un clásico?" Esta es la pregunta que nunca haría un humanista. Un humanista es el que sabe hablar con los clásicos, aunque con cierta prudencia, para no decepcionarlos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">¿Por qué no partir del presupuesto, cuando abrimos un gran libro, de que tiene cosas muy relevantes que decirnos para entendernos a nosotros mismos, cosas que tal vez el orgullo historicista no deja ver?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Día tranquilo, aunque sigue sin tocarme la Primitiva, esa amante esquiva. He trabajado bastante en un tema que me interesa tratar en el nuevo libro: las dos sigmas de Bloom. Me imagino que esto no dirá nada a los legos en pedagogía... lo cual es irrelevante; pero muy probablemente tampoco dirá nada a la inmensa mayoría de nuestros pedagogos. Me ha salido un apunte muy cuñado, pero aquí se queda.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Estos días, con estos cielos, este sol, esta brisa reconfortante, invitan a paseos largos... que no me puedo permitir por culpa de la rodilla derecha. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Como el jaleo político sigue en alza, me he puesto a traducir <i>La vida de Plotino,</i> de Porfirio. Hoy he descubierto que hay pasajes en el texto de Porfirio que aparecen también en las apócrifas <i>Actas de Juan</i>. El tema me parece interesante porque también en las conocidas como </span><span style="caret-color: rgb(0, 0, 0); font-family: TimesNewRomanPSMT; font-size: 18px; text-align: start;"><i>Actas de Andrés</i> aparecen párrafos enteros claramente plotinianos. Una de las ventajas de tener amigos mucho más listos que yo es que puedo mostrarles mi sorpresa y ellos me responden con la claridad de la explicación convincente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">VI</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Plotino, ese filósofo que tenía vergüenza de tener un cuerpo, pero que cuando, ya al final, se le caía a trozos, sentía enormes deseos de abrazar a sus amigos.</span></p><p><br /></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-7081476710615329412024-03-06T22:54:00.003+01:002024-03-07T19:03:41.506+01:00Casi<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Hay días cortos, días largos y días, como el de hoy, interminables. Pero gozosamente interminables.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">He comenzado llevando a mi nieto G. al cole. Por el camino me ha contado que ha pedido tres libros a Amazon y que seguramente se los entregarán hoy. Hemos hablado de la lectura y nos hemos puesto superelitistas. Después me he acercado al Ayuntamiento a presentar la instancia que no tocaba en el lugar que no correspondía. Parece que tengo que hacer una instancia electrónica, pero por ahí no paso. Más de una conferencia he dejado sin cobrar por no hacer la dichosa factura electrónica. Ahora, cuando me invitan de una institución oficial, siempre digo que iré... excepto en el caso de que me pidan una factura electrónica.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">He estado en casa un buen rato organizando papeles y a eso de las 11:00 he bajado a la plaza de Ocata. Escritura lenta, cerveza helada y un sol que era una delicia. Pura terapia existencial. Me han llamado del lugar donde me harán la resonancia en la rodilla derecha, porque tenían un hueco libre. ¿Podría presentarme a las 15:45? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Mi otro nieto, B., venía hoy a comer a casa y le he preparado, claro está, lo que le gusta. Como estoy de Rodríguez, le permito que no coma postre. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Las personas amables y eficientes son un regalo del cielo. Ellas no lo saben, pero llevan sobre sus hombros toda la jovial serenidad de este mundo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">VI </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">A las 17:10 me he subido al tren en dirección a Barcelona. A las 18:00, encuentro con Francisco para hablar de los próximos libros de Rosamerón. Después, charla en el jardín del Ateneo y presentación de la biografía de Platón. Para mi sorpresa, se ha llenado el local. Había incluso gente de pie. Platón, mola. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">VII</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">En el Ateneo me he encontrado con personas muy queridas a las que no veía hace tiempo. Pepa, por ejemplo, que estaba espléndida, luminosa, rejuvenecida. Fabricio Caivano, a quien tantísimo admiro, etc.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">VIII</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">He llegado a casa cerca de las 21:00 y me he encontrado con que mi nieto B. se quedaba a cenar y a dormir. Así que he hecho una olímpica tortilla de patatas. Hemos cenado, hemos hablado de las partes del ojo y, a las 10:00 nos hemos metido en la cama, donde escribo esto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">IX</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Tengo aquí, en la mesilla, un libro y medio que me ha traído hoy mi diligentísima cartera.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">El libro es <i>Casi</i>, de Jorge Bustos. Con Jorge tengo una ya larga relación de cariño, más que de amistad. Me alegro de sus triunfos profesionales como si fueran míos y celebro lo que publica como si le lo hubiera editado yo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">El medio libro recoge la lección inaugural del curso 2023-2024 que pronuncié en el IREL (Institut de Recerca i Estudis Religiosos de Lleida), hace ya algunos meses.</span></p><p><br /></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-80036386336138461912024-03-05T16:09:00.006+01:002024-03-05T16:09:54.462+01:00La sopresa del dinosaurio<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El traumatólogo quiere que me haga una resonancia magnética para ver qué tiene que hacer con mi rodilla derecha. Al despedirse me ha dicho que "a su edad, no hace falta operarle". No sé cómo tomarme eso.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El fumador de la azotea de la casa de enfrente ha vuelto a salir a fumar. No deja de dar vueltas, como un tigre enjaulado. ¿Por qué me intriga tanto este hombre?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me prometía una mañana feliz trabajando en la plaza de Ocata, pero no he dejado de atender llamadas telefónicas. Un periodista me ha hecho una entrevista surrealista. Ha comenzado así: En su obra <i>Educación y escuela</i> menciona la necesidad de reintegrar la educación moral en el currículo escolar..." Pero la sorpresa grande ha venido con esta otra pregunta: "En su libro <i>El rastro del dinosaurio</i>, analiza los cambios en la cultura y la sociedad contemporánea, ¿Cuál cree usted que es el mayor desafío moral al que se enfrenta nuestra cultura en la actualidad?"</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me imagino que habrá un montón de libros por ahí con títulos como </span><i style="font-size: large;">Educación y escuela</i><span style="font-size: large;">. ¿Pero qué habrá animado al periodista a asignarme la autoría de, ni más ni menos, </span><i style="font-size: large;">El rastro del dinosaurio</i><span style="font-size: large;">, de Arthur Koestler?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">He decidido responder con la mayor amabilidad, "No recuerdo ahora mismo haber escrito ninguno de estos dos libros, pero...".</span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-7059205430137546922024-03-04T21:30:00.000+01:002024-03-04T21:30:36.111+01:00Lectura infinita<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">De Rodríguez, de nuevo. Así que me he comido un bocadillo de sardinillas en aceite. Delicioso. Cuando estoy solo me alimento de bocadillos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Lo he soñado esta noche. Mi mujer, enfadada conmigo me decía: "¡Ni se te ocurra cambiar ninguno de tus defectos sin mi permiso!".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Me duele la rodilla derecha y camino renqueante. </span><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Mañana tengo a las 10:00 visita con el traumatólogo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">¿Qué quiere decir tener voluntad de estilo? En mi caso, la voluntad de estilo es una voluntad de ritmo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">De <i>Lectura infinita</i>, el <i>Programa de fomento de la lectura 2021-2024</i>, del Ministerio de cultura y deporte:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">"Este tipo de lectura [la del libro] responde a la pervivencia de un imaginario muy tradicional, que la reduce a una actividad de carácter elitista y minoritario. Una percepción que no está exenta de riesgos, puesto que no solo da lugar a que una gran parte de la población minusvalore sus hábitos de lectura al no percibir como tal publicaciones periódicas, páginas de Internet, álbum ilustrado, libros profesionales o manuales técnicos sino que también puede provocar desafección hacia esta actividad, porque implica un alto capital cultural con el que gran parte de la población no se identifica". </span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-56217087114535766492024-03-03T18:38:00.003+01:002024-03-03T18:38:48.891+01:00Benditos domingos<p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Día tranquilo y a partir de las 11:00, soleado. Desayuno en la Plaza de Ocata. paseo por la costa hasta el puerto de Premiá, donde hemos comido, y vuelta para casa.</span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">¿Te puede dar tu mujer una prueba de amor más grande e incondicional que dejarte el mando a distancia de la televisión y no protestar por pasasrte dos horas zapeando?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">No sé dónde he leído hoy que la vida en pareja está sobrevalorada. Depende de la pareja. Yo no me aguantaría a mí mismo mucho tiempo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Alguú antojo muy pasajero de ponerme a trabajar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Benditos domingos.</span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-58198103391882453522024-03-02T17:58:00.005+01:002024-03-02T17:58:25.575+01:00Arrieros somos<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Vuelta a casa. Día gris, Paisajes tristes. Pueblos encogidos. En el vagón del Iryo tenemos todos algo de ejército derrotado en una guerra de mentirijillas. Algunos duermen y más de uno se despertará con el cuello dolorido. Doy alguna cabezada. Leo un par de interesantes reseñas de un libro de Abigail Shrier titulado <i>Bad Therapy: Why the Kids Aren't Growing Up</i>. Me gusta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Esta mañana, desayuno lento en el Hotel 4 Postes, frente a una gran cristalera. La camarera tiene ganas de hablar; yo, de mirar. En primer término, árboles en flor, levantando la bandera de la vida en pleno invierno. Más allá la ciudad. Ávila, la estoica. La vista es muy hermosa, aunque un poco triste, por la sensación de frío. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Después, charla en la UCAV y visita a Alonso Fernández de Madrigal, el Tostado. Vengo a verlo cada vez que paso por esta ciudad. Me gusta su gesto: las manos sobre el libro, como guardando la línea que acaba de leer, y la mirada en otro sitio, como rumiando lentamente una frase.</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDqlBtIbhf7EiI8__vmKJuvLgb8uS0E4VnkpYmtRr0w9ssIJCaXIPX4NyrknKMFlnP62GUjWCQaF5TZiQfUX5SiT2RW80jaEMXxW9nXmMSnYhy0ah0pQUwsMRdfwzPe-npewTDM6LhgRU-5ktNcXaJ0X9QFyAdLMfe9i8hTZ2cX02N5t1sA_WYEw/s4032/IMG_2631.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDqlBtIbhf7EiI8__vmKJuvLgb8uS0E4VnkpYmtRr0w9ssIJCaXIPX4NyrknKMFlnP62GUjWCQaF5TZiQfUX5SiT2RW80jaEMXxW9nXmMSnYhy0ah0pQUwsMRdfwzPe-npewTDM6LhgRU-5ktNcXaJ0X9QFyAdLMfe9i8hTZ2cX02N5t1sA_WYEw/s320/IMG_2631.jpeg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEid3pEwXe_R5qEjXqfWakEtXpABBL5trixGw4qasEc3QCYPsa19TWmk0_WLkiKzZOq59_r14Ck8WgcOlsdZF6qFY6wgpp7UPM6qh2ISY7Pvtjveow0jrlKLBuBK7qARWetX2_0ewCpHEgwPihcB6unjbkUqFpjAabXoW_bp2HUqYFJILsZk5Qx-Dw/s4032/IMG_2632.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEid3pEwXe_R5qEjXqfWakEtXpABBL5trixGw4qasEc3QCYPsa19TWmk0_WLkiKzZOq59_r14Ck8WgcOlsdZF6qFY6wgpp7UPM6qh2ISY7Pvtjveow0jrlKLBuBK7qARWetX2_0ewCpHEgwPihcB6unjbkUqFpjAabXoW_bp2HUqYFJILsZk5Qx-Dw/s320/IMG_2632.jpeg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcCetUYB3kMUirxALrCIP78T-HdmPk3proFyK_RaNs-ZBJTmdGP16gRrplYWmjbvq9WTqZF9dN8JPwbrh0wd9s0Kkz2cPdnXxB1WHZwOv0w2QT8o7JKT-7ixI2Q60l4Hzig5HyRPMxkKGZx9E9mMnYVc8OpE2WQagu1axyKzkRerl8qrDz3q8K8Q/s4032/IMG_2633.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcCetUYB3kMUirxALrCIP78T-HdmPk3proFyK_RaNs-ZBJTmdGP16gRrplYWmjbvq9WTqZF9dN8JPwbrh0wd9s0Kkz2cPdnXxB1WHZwOv0w2QT8o7JKT-7ixI2Q60l4Hzig5HyRPMxkKGZx9E9mMnYVc8OpE2WQagu1axyKzkRerl8qrDz3q8K8Q/s320/IMG_2633.jpeg" width="240" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En las calles de Ávila hace, efectivamente, frío. Pero quizás no haría tanto si los turistas no fueran tan excesivamente abrigados.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">V</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Aurora Pimentel, cocinera cum laude, me dice que tiene en el fuego un cocido excelente y que me invita a comer. No puede ser. Me espera el tren en Atocha, pero arrieros somos.</span></div><p></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-76941058435761213772024-03-01T20:36:00.000+01:002024-03-01T20:36:00.690+01:00Siempre vuelven<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">He amanecido en Madrid, a las 4:00. Y ya no me he podido dormir. Desvelado en una habitación de hotel, lo único que puedes hacer es intentar leer algo de manera intermitente y dar vueltas como una croqueta en una cama extraña. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me he levantado temprano y he desayunado copiosamente. A las 8:30 ha venido Gloria Gallego para llevarme a la facultad de Humanidades del CEU, donde he pasado la mañana muy, muy a gusto. Los alumnos, atentos, educados, inteligentes. Les he dicho que por el respeto que me merecían no pensaba ponérselo fácil. Y he cumplido. La mañana ha terminado con una intervención magnífica de Tania Alonso, los ojos más luminosos de la pedagogía hispana.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Comida amena y carretera y manta, hasta Ávila, ciudad que siempre sorprende. A esta ciudad el frío le sienta tan bien...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Estaba callejeando cuando me ha llegado un mensaje del mexicano Xavier Guzmás, que me vuelve a confirmar que mis espías siempre vuelven:</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVIVKZnqTm7GzT35Q1TYImDbxjSJi6nR9nEo9RCdVvzvDn2nHzaR6YjEnXjw75bojSeEPvIzDq2ONylCewgGUAIejWQ7TQhpBMwG0Mk-p8VyxOK2hWJuhB2awsFEEJRiAnBU_0fXYoopEr3ZxG4Pb05dQ1AES__Yn3pnNVQ2h-t0s1TyJ8X1rBGA/s1600/79eeeede-3317-4bb8-a0ca-f8d22aa56296.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVIVKZnqTm7GzT35Q1TYImDbxjSJi6nR9nEo9RCdVvzvDn2nHzaR6YjEnXjw75bojSeEPvIzDq2ONylCewgGUAIejWQ7TQhpBMwG0Mk-p8VyxOK2hWJuhB2awsFEEJRiAnBU_0fXYoopEr3ZxG4Pb05dQ1AES__Yn3pnNVQ2h-t0s1TyJ8X1rBGA/w480-h640/79eeeede-3317-4bb8-a0ca-f8d22aa56296.jpeg" width="480" /></span></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Lena Imbert (la novia de Ramón Mercader), Caridad Mercader y Juan Ruiz en México en 1936.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <p></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-87563685010606942912024-03-01T06:42:00.000+01:002024-03-01T06:42:28.884+01:00Consentir<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Reconocí ayer en X que me había gustado <i>El sentido de consentir</i>, de Clara Serra, no porque estuviera </span><span style="font-size: large;">del todo de acuerdo con ella -cosa que a ella le importará un pimiento- sino porque me parece un fino ejercicio de libertad intelectual. Añado ahora que todo aquel que sabe que la prudencia no es una virtud intelectual es de los míos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Clara Serra analiza exactamente lo que dice el título de su libro, el sentido del consentimiento, teniendo como fondo de su reflexión la famosa ley del <i>Solo sí es sí</i>.</span></p><p style="text-align: justify;">III</p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En el <i>Fedón</i> de Platón y en la <i>Primera carta</i> de Juan el amor es “logos + filantropía".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">"Logos - filantropía" sería la ciencia pura: las matemáticas y, en general, el saber autista</span><span style="font-size: large;">.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">¿Y qué sería "Filantropía - logos"? Si interpretamos restrictivamente la filantropía como deseo del otro, la respuesta podría ser: "El deseo erótico".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VI</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Las dificultades con las que se enfrenta la ley del “solo sí es sí” son las propias del intento de legislar un deseo sin logos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VII</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La casuística cristiana, que era consciente de estas dificultades, animaba a matar al deseo cuando estaba surgiendo, porque "quien evita la ocasión, evita el peligro" y "más vale revenir que lamentar".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">VIII</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Pero hoy, por una parte, estimulamos incondicionalmente el deseo (véase su uso como reclamo publicitario, la moda, el consumo de pornografía o algunas charlas de "educación sexual" [sic] que se imparten en las escuelas) y, por otra, le exigimos un procedimiento burocrático para su satisfacción. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">IX</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Eros sabe de artimañas, no de procedimientos. Para el Platón del<i> Banquete</i> Eros es un cazador terrible.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">X</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me respondió Clara Serra: "</span><span style="font-size: large;">Muy bueno", me dijo. Y nos hemos hecho "amigos" en X.</span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-73795688998335531182024-02-29T13:43:00.001+01:002024-02-29T13:43:14.612+01:00Filología y filantropía<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ayer se me pasó el día volando. Tanto, que no me acordé de cumplir con mi precepto precepto de "nulla dies sine linea". Y no es que pasaran pocas coas. Hice unas albóndigas sublimes y una sopa de las caseras de chup-chup, con huesos de ternera, gallina y verduras, que nos alegrará el alma durante varios días. El sopero es un arte sutil y polícromo que requiere cariñosa paciencia.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Libro terminado... pero no.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Cada vez que acabo un libro tengo la sensación de que no he escrito ni una línea interesante. Todo me parece banal, insustancial y escrito con estilo de notario pobre. La experiencia me enseña que debo dejarlo dormir durante un mes y volver a él con la mirada descansada.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Desayuno esta mañana, en la cafetería de la librería Laie con una persona a la que es un lujo conocer: Javier García Cañete. Hemos picoteado en mil temas, nos hemos reído mucho y hemos hecho planes para noviembre. Javier dirige con sabiduría pundonorosa la Fundación Botín. Intento convencerle para ir a Hornachuelos y recorrer a pie aquella parte de Sierra Morena, pero aunque e dice que sí, me está diciendo que no. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Esta tarde salgo para Madrid. Mañana tengo una conferencia en la Facultad de Humanidades de la San Pablo-CEU y el sábado otra en Ávila. La de Madrid se titula: "El logos filológico y el logos filantrópico" y la de Ávila, "¿Son evidentes las evidencias?" Me refiero a las evidencias pedagógicas, claro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VI </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Platón: </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEggswR6cN2wmDvo3wMkE9hAxr6ScqQGrtnnEzVkU59RPL4EOHmE44NJW4Zan0GtfSdeArladzxpn-nRcsIVolTvAaqt-nPbRtayx1VrkUleOS6fdEc_Y4GdLLF9_xVilvu_ZOBDgiEJJU8VYdRLn57cJnDkHMLkGM7SNhW42QEe9nfhe3xkXhKYdQ" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="76" data-original-width="1000" height="45" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEggswR6cN2wmDvo3wMkE9hAxr6ScqQGrtnnEzVkU59RPL4EOHmE44NJW4Zan0GtfSdeArladzxpn-nRcsIVolTvAaqt-nPbRtayx1VrkUleOS6fdEc_Y4GdLLF9_xVilvu_ZOBDgiEJJU8VYdRLn57cJnDkHMLkGM7SNhW42QEe9nfhe3xkXhKYdQ=w600-h45" width="600" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><p></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-52565398945642661852024-02-27T17:44:00.004+01:002024-02-27T17:44:53.940+01:00Un duende caprichoso<p style="text-align: justify;"> I</p><p style="text-align: justify;">Día completamente improductivo, perezoso, indolente, laxo. La imaginación se me va de aquí para allá, a su aire, y me deja de caprichoso observador de mí mismo. No está mal. De vez en cuando estos días saben muy bien.</p><p style="text-align: justify;">II</p><p style="text-align: justify;">Los estados de ánimo siempre se presentan sin llamar. Se apoderan de tu casa y se quedan a vivir allí. Lo bueno de la jubilación es que puedes entregarles tranquilamente el mando. No pasa nada porque estén un día entero de okupas.</p><p style="text-align: justify;">III</p><p style="text-align: justify;">Me llama Leticia Lombardero. Sigue creciendo el número de inscritos en la Tatiana para el seminario de filosofía. </p><p style="text-align: justify;">IV</p><p style="text-align: justify;">Esta mañana he recibido una propuesta tan insospechada como halagadora. Me proponen de una universidad española el cargo de director académico de un máster de humanidades. He agradecido muy sinceramente la invitación, pero yo ya solo estoy para mis caprichos y mis estados de ánimo.</p><p style="text-align: justify;">V<br />La bombilla sigue sin aparecer. Esta mañana la hemos buscado mi mujer y yo con denuedo. Pero nada. Debe de haber en mi habitación un duende caprichoso.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-92198365107666342822024-02-26T17:53:00.002+01:002024-02-26T18:08:58.265+01:00El junco verde<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Esta mañana he escrito un buen capítulo. Básicamente, trataba de las dificultades de escribir un buen capítulo. Y me he quedado tan satisfecho. He comenzado a redactarlo temprano en la plaza de Ocata y lo he acabado cuando daban las 14:00 en la Plaza de les Dones, entre cafés. Después he comprado una bombilla. Una bombilla. He entrado a mi cuarto con ella en la mano. Lo recuerdo muy bien. Pero no sé dónde la he dejado y no tengo manera de encontrarla.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me escribe Leticia Lombardero de la Fundación Tatiana. La preinscripción en el seminario <i><a href="https://www.fundaciontatiana.com/programa/seminario-de-filosofia-y-pensamiento-dirigido-por-gregorio-luri/">Después de la orgía</a></i> va viento en popa. Hay ya más de 30 solicitudes. De todos los preinscritos se seleccionará un grupo de unas 20 personas. Colaborar con la Tatiana es un lujo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Aquí delante, en la azotea de una casa blanca del otro lado de la calle ha salido un joven a fumar. Fuma lentamente, pero con grandes caladas, mientras pasea de un lado a otro como un tigre enjaulado. Observo sus movimientos fascinado por no sé qué y me pregunto quién observará los míos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Comienzo a leer una de esas cosas que no me gustan pero que creo que hay que leer para saber cómo va el mundo: <i>Viure com els ocells</i>, de la filósofa Vincianne Despret. Para mi sorpresa me está gustando, pero no porque comulgue, ni mucho menos, con la tesis de la autora, sino porque me muestra con detalle hasta qué punto cuando intentamos aprender algo de la naturaleza lo que hacemos es proyectar sobre la naturaleza la lección que queremos aprender.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Veo en mis nietos todo lo que vi en mí hace tantos años y que sus padres no pueden ver todavía. Y lo que veo me produce tanta ternura... son exploradores del mundo en busca de ese junco verde que Colón, cansado de tanta agua, descubrió un día flotando a la deriva. La tierra estaba cerca.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VI</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me escriben de la Editorial Trota. Siempre le estaré agradecido a Alejandro Sierra, porque él publicó mis primeros libros. Me comunica los derechos de autor que han devengado durante el año pasado dos libros que publiqué hace años: <a href="https://www.trotta.es/libros/prometeos/9788481643985/">Prometeos</a> y <a href="https://www.trotta.es/libros/guia-para-no-entender-a-socrates/9788481647051/">Guía para no entender a Sócrates</a>. Total a cobrar: 39.15€. Es poca cosa, pero no se pueden hacer ustedes la alegría que me da comprobar que se siguen, aunque gota a gota, vendiendo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VI</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Videoconferencia con las buenas gentes de la Fundación Pere Tarrés. ¡Qué labor más admirable desarrollan!</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VII</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me acaba de llegar:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgfmml05ycL-yARa1WTqjyT65ktORJdL5y3LZsV4dTso57iJhMJdDTdJIdhg1B0vEhVxG6lCtb5Q1VbDpDAIqbZ5YSOlvU19EHj7t6--Ucmm71oBj8HJaD-xNpxJAGdSI7EFje7lNXUj4Sfvsqj-oU0t4mlDQHaiUsUMRf2GegTNTCZqCNqjdNZMg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="595" data-original-width="400" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgfmml05ycL-yARa1WTqjyT65ktORJdL5y3LZsV4dTso57iJhMJdDTdJIdhg1B0vEhVxG6lCtb5Q1VbDpDAIqbZ5YSOlvU19EHj7t6--Ucmm71oBj8HJaD-xNpxJAGdSI7EFje7lNXUj4Sfvsqj-oU0t4mlDQHaiUsUMRf2GegTNTCZqCNqjdNZMg=w429-h640" width="429" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-36780387158032225392024-02-25T17:28:00.002+01:002024-02-25T17:28:46.639+01:00La filosofía primera<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Finalmente parece que ha dejado ver su cara el invierno, pero lo ha hecho de una manera tímida, como si se avergonzara de sí mismo. O sea, hace fresco.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">A punto de terminar un capítulo, me salta de forma inesperada una frase a la pantalla del ordenador que dice, exactamente, lo contrario de lo que acabo de decir hace dos párrafos. Por una parte me enfado conmigo mismo, porque así no hay forma de acabar el capítulo; pero, por otra, me felicito, porque me he dado la oportunidad de pensar mejor las cosas. El problema es que siempre hay un pensamiento mejor sobre todo. Lo que creo definitivo marca solo los límites de mi inteligencia.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La pedagogía moderna parece creer en la existencia de competencias generales a todas las asignaturas. Es cierto. La competencia más general es el arte de hincar los codos. De volver sobre lo escrito, por ejemplo, y dejar aflorar eso que intuyes que sabes pero no sabes formular con precisión porque no acabas de saberlo bien.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">¿Por qué los niños muertos en la franja de Gaza causan en Europa mucha más indignación que los niños muertos en Ucrania?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hay que mirar cara a cara a la política, con todo lo que tiene de patio de colegio, y aceptar que eso infantil, rudo, sofístico y sesgado es, ni más ni menos, la filosofía primera.</span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-49156402291818614432024-02-24T18:45:00.003+01:002024-02-24T18:47:22.204+01:00Añadir oscuridad a las tinieblas<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">I </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Día de nubes algodonosas y bajas sobre un fondo de azul casi añil. Ahora, al atardecer, las cosas se iluminan con tonos pasteles y el pueblo parece tocado por un punto de irrealidad. Las jacarandás que tengo delante de la ventana de mi cuarto se mueven con una elegancia perezosa. Han caído cuatro gotas, pero estas nubes llevan agua. Al cielo le ha dado por partirse en franjas, a lo Rothko.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me escribe mi querida y añorada Lourdes Sánchez, directora de los coros juveniles de Venezuela. Viene a España y coincidimos el día 19 de marzo en Madrid. ¡A ver si nos podemos ver! Tenemos muchas cosas que contarnos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mañana productiva en ideas pero parca en páginas. Cada vez que la búsqueda de una palabra me detiene, sé que el problema no es de esa palabra, sino de confusión de ideas. Hay, pues, que parar y rumiar en busca de claridad y distinción. Nietzsche decía que había que leer como las vacas, rumiando. Es cierto; pero aún es más cierto que hay que escribir también rumiando. Esto último lo decía Llull.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Comienza a llover con más fuerza. Quizás podamos revivir una tormenta. Las jacarandás cogen ritmo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Páginas de Ortega sobre Leibniz, preparando el seminario de Madrid. Ortega es profundo y claro. Y esa claridad confunde a no pocos lectores que creen entenderlo todo. Pero la claridad de Ortega solo se entiende cuando se lee con hambre de claridad. A Zubiri se lo respeta más... y yo creo que es porque se lo entiende menos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VI</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hace algunos años, en el bar del Círculo de Labradores de Sevilla, le oí decir al añorado Aquilino Duque que Calvo Serer le desaconsejaba leer a Ortega porque se podía leer en el tranvía. En cambio, añadió, a Zubiri nadie le discute el título de filósofo grande. Por algo decía don Américo Castro, su suegro, que tenía la habilidad de añadir oscuridad a las tinieblas.</span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-28884000.post-67116344384319756042024-02-23T23:21:00.004+01:002024-02-23T23:21:52.520+01:00Nulla dies sine linia<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> I</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">He ido a recoger el coche al taller. En la entrada, bien visible, están expuestas las cosas bien claras: 127,05€ por hora. Más las piezas de recambio. Conclusión: el próximo que me pida que escriba un artículo gratis o que de una charla por amor al arte, se va a enterar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">II</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ayer recibí una invitación del ayuntamiento de un pueblo de Lérida para dar una charla. Les he dicho que si tengo que presentar factura electrónica, ni hablar. No hago facturas cuya confección me me lleve más de 2 minutos. No me han contestado. ¿Aún?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">III</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Día largo, con un ligero dolor de cabeza intermitente e imágenes dolorosas, espantosas, del incendio de Valencia. El miedo ancestral al fuego desbocado es lo que revive en estas llamas. El fuego nunca será completamente domesticado. Esta es la esencia del mito de Prometeo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">IV</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Leo por ahí que un memo anda rebuznando que el arte de Velázquez era esclavista. La excentricidad se ha envalentonado y la excepción se ha convertido en tribunal de la norma.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">V</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Esta mañana, al levantarme, he visto esperanzadoras gotas de lluvia colgando de las ramas deshojadas de la jacarandá de la calle. Pero ha sido una lluvia de paso, tímida y sin nervio. Protocolaria. Después, a lo largo del día, sol y viento a ráfagas. Y un cielo limpio, inmaculado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">VI</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">He leído poco y no había escrito nada hasta ahora. El precepto de "Nulla dies sine linea" ha de ser cumplido en este Café de Ocata.</span></p>Gregorio Lurihttp://www.blogger.com/profile/11810491736112947599noreply@blogger.com2