domingo, 11 de diciembre de 2016

PISA, una mirada a Castilla y León (o por qué las cosas no pasan porque sí)

Me permito copiar los siguientes párrafos de un magnífico blog, Mejor educados:
"Mientras, en Castilla y León, el consejero lo primero que hacía  es agradecer a la sociedad y a los profesores los resultados  de PISA. Porque a estas alturas cualquiera sabe que la educación no es algo que cabe dejar en exclusiva ni en manos de las familias ni de los centros.  Fernando Rey habló de un entorno de exigencia, alabó el ambiente de querer estar continuamente mejorando con buenas prácticas en los colegios y de no bajar el listón para los alumnos. Además, contó que han estado en contacto con Canadá, uno de los países que sale mejor parado en PISA, para aprender de su metodología.
En Castilla y León no tuvieron reparos en aceptar ideas de profesionales de fuera del sistema. Así, en Matemáticas, hace casi diez años, se reunieron en Valladolid 300 profesores para debatir sobre una encuesta que se había hecho  sobre cómo se enseñaba la asignatura. Manuel León, del CSIC y uno de los investigadores en matemáticas más relevantes de España, dijo entonces: "Hace falta aumentar el contenido de matemáticas en la formación inicial del profesorado de Primaria, que es la base del sistema; es necesario que haya un aumento de horas de matemáticas en todo el sistema educativo para poder conseguir mejores resultados, y hay que conseguir una mayor implicación de las familias en la enseñanza general". Se recomendó aumentar el atractivo de las matemáticas con actividades de divulgación. Allí también estuvo el profesor de la Universidad de Utrecht, Jan de Lange, que repasó a utilidad de la medición de las competencias de las matemáticas en el mundo.
En Castilla y León se puso en marcha un sistema de refuerzos que se tradujo en clases extra a los niños que iban peor --algo que se hace en Finlandia de manera sistemática--  incluso en sábado en mayo y junio. 9.500 alumnos de 3º y 4º de Secundaria recibieron esas clases de apoyo en 114 institutos. Se contrató a interinos y a profesores de carrera que recibieron 31 euros por hora de clase extra. El plan se vio dotado, dado el éxito, por casi cuatro millones de euros, según fuentes de la Consejería de Educación de  la Junta de Castilla y León."

4 comentarios:

  1. El método de aprender de quien lo hace mejor, es de un sentido común tan básico, que es incomprensible como casi ningún organismo o institución lo haga. Bueno sí, se entiende porque no les importa lo más mínimo lo que tienen entre manos.

    Dos ejemplos: en décadas, el ayuntamiento de Madrid ni se ha fijado de cómo de bien estudiado y aplicado está el sistema de depósito y recogida de basuras en la ciudad de Barcelona; ellos siguen como en la década de los 70. Y el ayuntamiento de Barcelona, ni tan siquiera se ha dado un paseo por Madrid, para darse cuenta de lo bien estudiado que tienen los tiempos de cruce de peatones; en la ciudad condal, hace décadas que a un peatón joven y ágil, apenas le da tiempo de cruzar a paso ligero si ha emprendido la aventura unos pocos segundos después de encenderse el semáforo verde.

    Pues eso, que lo que comenta es una admirable excepción a lo habitual, en la educación y en todo lo demás.

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  2. Como profesor de secundaria en Castilla y León tengo que decir que la explicación sobre los resultados de mi comunidad es fantástica. Hablando con mis compañeros de matemáticas veo están alucinados con esos argumentos: las conclusiones de esa reunión de matemáticos jamás han llegado al aula, la formación de los maestros en matemáticas es deficiente (no hay más que ver el plan de estudios) y en cuanto a las clases de refuerzo…(programa de éxito escolar, se llama), en fin, suelen estar impartidas por interinos sin preparación (es de destacar que el profesorado interino nunca es evaluado, sólo contratado…a ciegas), muchos no son matemáticos sino profesores de diversas especialidades que hacen lo que pueden. Está muy bien recurrir a lo que dicen los papeles (o sea, la administración) pero la realidad es otra: en los centros no notamos la mejora de los niveles. ¿Qué tiene Castilla y León? Una larga tradición de alfabetización, una situación económica mediocre y una despoblación que hacen que los alumnos permanezcan en las aulas en vez de buscar trabajo (no lo hay y el campo no es atractivo) y un profesorado muy tradicional, con una formación universitaria de largo recorrido (cuatro universidades públicas para 2,5 millones de habitantes) y descreído de innovaciones absurdas (el constructivismo del pasado o las competencias del presente sólo están en los papeles pero casi todo el mundo evalúa de forma tradicional, por contenidos).Por lo demás, no sabemos mucho de por qué estamos en cabeza y menos, el consejero del ramo. Trabajamos y nos peleamos con las circunstancias, que ya es bastante.

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    1. Es lo que uno imaginaba. Gran comentario. Pero a ver cómo cuenta la prensa esto sin hablar de algún tipo de innovación, de varita mágica startup. Y no digo ya la prensa más progresista.

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