jueves, 25 de febrero de 2016

La paleoinnovación pedagógica

Ayer, en la presentación del libro de Alberto Royo, intenté demostrar que los innovadores se repiten, al menos, tanto como los no innovadores. De hecho con frecuencia parece que llamamos innovación a nuestra falta de memoria. La historia de la pedagogía ha sido siempre polémica porque siempre ha sido plural. Para demostrarlo, leí lo siguiente:

1915: El alcalde demócrata de Nueva York impulsó una reforma educativa conocida como Gary system, que suprimía los cursos y las asignaturas y permitía que los alumnos organizaran autónomamente sus estudios de acuerdo con sus intereses. Incluso podían decidir cuándo hacer las vacaciones. El alcalde estaba entusiasmado con el proyecto, pero las familias lo rechazaron de plano. El 19 de octubre de 1917 los alumnos se declararon en huelga. A pesar de que la mayoría no superaban los 15 años, cuando eran detenidos por la policía, invocaban la libertad de expresión. Según el New York Times, miles de estudiantes desfilaron por Brooklyn y el Bronx apedreando escuelas y pinchando las ruedas de los coches de la policía. "No volveremos a clase -gritaban- hasta que no se retire el sistema Gary". Ni ellos ni sus padres comprendían que la escuela quisiera ser "la vida misma", como pretendía el alcalde. No iban a la escuela a encontrarse con la vida, sino con una salida digna de su vida cotidiana. 

1934: "Si deseas ser aplaudido en una convención educativa, utiliza tópicos sentimentales sobre los sagrados derechos del niño, resaltando especialmente su derecho a conquistar la felicidad por medio de la libertad. Es probable que te ganes un aplauso extra si te lamentas de la crueldad de los exámenes y los deberes, mientras condenas de manera elocuente alguno de los estereotipos favoritos del abuso infantil, como el latín, las matemáticas (la geometría, especialmente), la gramática, el curriculum tradicional, la compartimentación del saber por materias que han de ser memorizadas, la disciplina y cosas semejantes." - William Chandler Bagley, pedagogo.

1938: En el Time del 31 de octubre se recogían de esta manera las características de la escuela progresista norteamericana, que en aquel momento era mayoritaria en el país: 
  • Concede muy poca importancia a los aspectos formales y sistemáticos del aprendizaje, la disciplina y la obediencia. Prioriza el aprendizaje informal, la experiencia, la actividad.
  • Defiende que la educación debe nacer de la propia experiencia, no del saber acumulado en los libros.
  • Su pretensión es el desarrollo de la iniciativa individual del alumno.
  • El maestro actúa más como un guía dinamizador que como un controlador.
  • La clase es una comunidad democrática.
  • En lugar de pupitres hay rincones de trabajo; en lugar de libros de texto, periódicos y revistas; en lugar de lecciones, proyectos. En lugar de exámenes y notas hay informes que describen todos los aspectos del desarrollo del niño.
  • Cuando un niño presenta problemas de disciplina no se castigado, sino que es enviado a un psiquiatra, "que intenta encontrar lo que va mal en su casa".

1938-1939: Entre nosotros es muy conocida una importante obra de Dewey, Democracy and education, de 1916, pero son completamente ignoradas las críticas que el mismo Dewey se hizo en Experience and Education (1938) y en Freedom and Culture (1939), que podemos resumir de esta manera: 
  • El progresismo educativo cae fácilmente en un vicio no previsto: el antiintelectualismo.
  • "El método más estúpido es el que ofrece tanta libertad al niño que prescinde de la guía del maestro".
  • El pecado original de la educación progresista, es que ha estado mucho más preocupada por definirse a sí misma en oposición a la escuela tradicional que por crear una alternativa educativa consistente. Se ha dejado llevar por la idea de que todo lo que se opusiera a la escuela tradicional era bueno, pero no es bueno jugar ni con la autoridad del maestro ni con la de los contenidos. No es bueno tampoco creer ingenuamente que hay una manera fácil de hacer las cosas o que se puede ir improvisando en clase.
  • "La única libertad que tiene valor es la libertad de juicio ejercida con la vista puesta en algo superior." Por ello, el ideal que debe dirigir la educación debe ser el del autocontrol dirigido por una inteligencia formada. Para ejercitar al alumno en el uso de esta libertad interior, el profesor puede negarle temporalmente la libertad exterior, reprimiendo los impulsos que se oponen a la consecución de objetivos nobles.
  • "No hay mayor error que considerar la libertad como un fin en sí misma".
  • No hay posibilidad de crecimiento intelectual sin algún tipo de reconstrucción del impulso. El problema crucial de la educación es posponer los deseos inmediatos para organizar la acción en función de las metas más altas.


1966: “Los adultos de mañana se enfrentarán con problemas cuya naturaleza hoy no nos podemos imaginar. Tendrán que vérselas con trabajos que aún no han sido inventados. Necesitan un curriculum que les enseñe a hacer preguntas, a explorar, a interrogarse, a reconocer la naturaleza de los problemas y cómo resolverlos". - Peter Mauger, pedagogo británico.

22 comentarios:

  1. Brillante y absolutamente esclarecedor. Gracias de nuevo maestro Luri.

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  2. La confusión entre lo nuevo y lo bueno es bastante infantil. El trabajo por proyectos puede ser bueno y, sin duda, bien llevado (lo cual implica una gran dedicación del profesorado) es bueno. Pero no es innovador. El compromiso con las prácticas reflexivas, que a mi me parece inherente al buen docente, es un compromiso con lo bueno.

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    1. Pues en algun instituto del VAllés gobernado por CCOO estan quemando a los profes a cambio de una birria. Los padres se están mosqueando bastante y las notas de bachillerato son de lo peorcito. Pero los gurús que dan clases en ESO dicen que aquello no va a cambiar. Proycectos, comedia y agua de borrajas. Despues vienen el malestar entre colegas y la desconfianza de los padres. Todo acaba patas arriba y la admón. les da "autonomia" para que hagan lo que les venga en gana. Así no se llega a ninguna parte.

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    2. Vivimos un momento de desconcierto enorme. Hace una semana me decía una madre que en la escuela de su hijo les habían pasado el vídeo de Ken Robinson y otro de no sé qué gurú japonés sobre inteligencia emocional. "Y a ti qué te parece?", le pregunté. "A mi bien, yo como todos lo que quiero es que mis hijos sean felices". "¿Y de matemáticas, cómo va?", volví a preguntarle. "Los números los sabe, y las operaciones, pero le cuesta mucho entender los problemas". Inmediatamente pensé que a la mujer que tenía delante le pasaba lo mismo: le costaba entender los problemas.

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  3. "A distinguir me paro las voces de los ecos
    y escucho solamente entre las voces una".

    Don Gregorio, es usted sabio. Más sabe el diablo por viejo que por diablo, dicen ,y usted que vive con el comercio de difuntos y con sus ojos oye hablar los muertos, nos descubre con arte y gracia las trampas de los taumaturgos de la originalidad. Ha tenido que ser una presentación gozosa; ¡lástima la distancia!

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    1. Y usted es un amigo. Si el diablo tiene poder, e porque tiene muchos amigos.

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  4. " El pecado original de la educación progresista, es que ha estado mucho más preocupada por definirse a sí misma en oposición a la escuela tradicional que por crear una alternativa educativa consistente. " Este és el nudo de los males de todos los alternativos, no solo de los educativos : son mas reactivos que creativos y no se dan cuenta. Si todos los que se llaman alternativos estuvieran seria y comprometidamante en comprender i crear el mundo alternativo hace tiempo hubiera llegado. Y la paradoja és que sin muchisíma voluntad i constancia no hay alternativa que llegue.

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  5. Sin embargo, de todo lo que dijo ayer, la frase que me gustó más en la presentación fue: "el método es el profesor". Gracias, maestro.

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  6. Seguro que fue una conferencia interesante.
    Una de las cosas que me preocupan, incomodan e indigan cuando se lanzan "innovadoras ideas pedagógicas" es que, si no las aceptas, se te tacha de carca, inmovilista, decimonónico, desfasado, etcétera.
    Mucho palabro nuevo y mucha teoría retocada, pero nunca se debate franca y objetivamente el problema básico de la educación: ¿qué hacemos con los alumnos que no quieren o no pueden seguir el ritmo normal de las clases.
    Los dos únicos libros de pedagogía que me he leído han sido "El Emilio" de Rousseau (Juan Jacobo elige al alumno, un alumno sano, inteligente y proclive. Así cualquiera). Y "Mal de escuela" de Daniel Pennac (los ejemplos de superación son muy apreciados, pero, la superación nace de uno mismo. Si no hay un brote, un pequeñísimo brote de interés, nada de nada de nada de nada).

    Salu2.

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    1. El Emilio es el libro más tramposo que se haya escrito nunca sobre educación, porque lo que se defiende no coincide con lo que se hace (dejemos de lado la divergencia entre las palabras y las obras de Rousseau): basta leer las últimas páginas para darse cuenta de hasta qué punto Emilio sigue pendiente toda su vida de su educador. Entre lasd cosas que nadie puede hacer por mí se encuentran la resistencia a la distracción y la comprensión. Pro añadamos que hay profesores que lo ponen más fácil que otros.

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    2. "Hay profesores que lo ponen más fácil que otros".
      ¡Qué duda cabe! ¡Pero tampoco es posible agradar unánimamente a los 31 alumnos de una clase!
      Resalu2.

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    3. La educación es un problema desde, al menos, Platón, precisamente porque es aquí donde la psicología y la política se encuentran más juntas. Y ni la ciudad ni la escuela saben como afirmarse a sí mismas sin producir en su acto de afirmación algún excluido.

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  7. Uno de los pecados esenciales del "aprendizaje por proyectos" es el culto a la acción. La praxis es el motor de la vida humana,claro, pero la educación pide un momento de reflexión y de distancia. Esa perspectiva es la que aporta el maestro, que tiene que ser capaz de permitirle al alumno ese momento de la asunción de la nueva verdad. No se enseña tanto in media res cuanto post rem, creo.

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    1. D'Ors hablaba de la pedagogía de la expresión. Yo creo que es una buena metodología y le confieso que diseñé una escuela basada en ella. Pero -me parece- exige de los docentes una dedicación exclusiva a la escuela... si es que se quiere conseguir garantizar la transferencia de lo aprendido. Sospecho que algunos comienzan ya a darse cuenta. Como se dieron cuenta los americanos que abandonaron esta metodología. La beuna noticia es que estamos a cinco años vista -calculo- de redescubrir el currículum.

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  8. Sorprende la "huida" del aula de cierta pedagogía innovadora. El aula sigue siendo aún el principal escenario del encuentro entre profesor y alumnos. Un encuentro (sístole) que necesita que profesor y alumnos se retiren de alguna manera para que lo que se enseña gane protagonismo (diástole).

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    1. Lo que a mí me sorprende es, exactamente, lo que decía Dewey que quiera definirse más por lo que no quiere ser (rechazo del aula, del pupitre, del libro de texto, de la pizarra...) que por lo que quiere ser. En este sentido los grandes pedagogos del siglo XX (Decroly, Ellen Parkhurst, Freinet...) eras más honestos, sabían a qué querían jugar.

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    2. Lo que a mí me sorprende es, exactamente, lo que decía Dewey que quiera definirse más por lo que no quiere ser (rechazo del aula, del pupitre, del libro de texto, de la pizarra...) que por lo que quiere ser. En este sentido los grandes pedagogos del siglo XX (Decroly, Ellen Parkhurst, Freinet...) eras más honestos, sabían a qué querían jugar.

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  9. Sin ánimo de incordiar ni molestar a nadie, el otro día nos dio usted, don Gregorio, una "clase magistral" de análisis de la pedagogía. Gracias.

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  10. En cuestiones de educación creo que se impone lo posible regido por el sentido común. Las "grandes ideas" diseñadas en despachos por parte de quien nunca ha impartido clase quedaran fulminades en contacto con la realidad.Cuestión de tiempo.

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