sábado, 6 de julio de 2013

MARQ




Las fotos son malas, pero la satisfacción de la visita ha sido enorme. El Museo Arqueológico de Alicante es un magnífico museo y los íberos, como comentábamos hace pocos días, Pedro, nunca defraudan.

2 comentarios:

  1. ¿Es por qué no se parecen a nada, por qué parecen torpes -tan torpes como nosotros -, por qué su torpeza parece ser la expresión de un mundo que desconocemos, pero las pinturas de la cerámica ibérica son extraordinarias -o, mejor dicho, son extraordinarias porque son ilusoriamente cercanas-, y parecen abrir a un mundo al que la cerámica griega, quizá debido a su abundancia y al inevitable leve cansancio que despiertan, a su en parte previsibilidad (a la cerámica griega le cuesta sorprender), no remite o no llega.
    Seguramente no somos capaces de "leer" estas imágenes ibéricos, pero podemos sentir un placer casi vergonzante que pocas imágenes, hoy, producen, podemos sentir, de verdad, un placer puro, o inocente, si es que éste existe.
    Muchas gracias, don Goyo, por esas imágenes.
    Se impone un viaje a Alicante

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  2. ¿Es porque uno se encuentra con la paradoja de un minimalismo barroco que ya anuncia alguna cosa? ¿Porque ese no parecerse a nada hay expresado un estilo? ¿Porque el hombre siempre aparece cercado por algo que lo supera?
    ¿Porque la fragilidad de la figura humana es como una lucha con la forma -un preludio de forma- que, sin embargo, está completa? ¿O -seamos orgullosos- porque han encontrado en nosotros a sus destinatarios?

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