lunes, 23 de abril de 2012

¿La ignorancia es un derecho?

Vía NYC Educator

9 comentarios:

  1. !sí¡, siempre que no perjudique al otro, aunque me da que el própio hecho de pretender ser ignorante ya hace que uno no lo sea de todo o del todo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me temo que la ignorancia al único que no perjudica es al ignorante.

      Eliminar
  2. Ya lo sentenció Sócrates: "Sólo sé que no sé nada". Derecho a la ignorancia voluntaria, no a la ignorancia impuesta. XD

    ResponderEliminar
  3. En realidad esta frase nunca fue dicha por Sócrates. Y en cuanto a la consciencia del no saber, sólo puede satisfacer si es, de alguna forma, filosóficamente operativa.

    ResponderEliminar
  4. Sólo para los que no opinen; y si así lo hicieren, que el derecho les sea revocado.

    ResponderEliminar
  5. Més aviat diria que tenim el deure de provar de deixar de ser ignorants. No ens ho posen fàcil, però.
    h

    ResponderEliminar
  6. Más que derecho,será un hecho absoluto para todos cuando la palmemos.Que no hay ignorancia más perfecta que estar muerto y ser una piedra entre piedras.

    ResponderEliminar
  7. Hay tantas ignorancias... Algunas, como se manifiesta en el topico del menosprecio de corte y alabanza de aldea, son muy valoradas. A lo largo de mi vida, mis encuentros con la ignorancia nunca me han dejado indiferente, y siempre he meditado, desde la más profunda perplejidad, sobre el sincero elogio de la locura como "estado de excepción" envidiado por tantos y tantos. La ignorancia es osada, y el ignorante nunca se reconoce como tal, lo que es la primera señal de que no lo es, de que no participa de esa gracia dada a tan pocos, casi como la bendición de las aguas de la fuente Castalia.

    ResponderEliminar
  8. Desde luego que es un derecho. Un derecho inalienable. Tratar de culturizar a la gente a la fuerza es una de las peores ideas que se le pueden ocurrir a nadie. Para evangelizar a los descarriados que no cuenten conmigo. Y mucho menos para evangelizarme a mí.

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...