viernes, 30 de julio de 2010

jueves, 29 de julio de 2010

Homo Modernus: Tractatus Philosophicus



Vía Coctelmarx, un magnífico blog

Las TIC

Gracias, Carlicos.

Memónides, la naturaleza y la política

O.R. Blockman asegura que en una inscripción del famoso muro de la ciudad de Oenoanda ha descifrado un diálogo entre Memónides de Moronea y un tal Diógenes, que no sería ni el Cínico ni el de Oenoanda, que dice lo siguiente:

DIÓGENES: ¿Qué es la naturaleza (phýsis)?
MEMÓNIDES: La verdad.
DIÓGENES: ¿Y eso qué significa en el caso del hombre?
MEMÓNIDES: La verdad del hombre es que no puede vivir naturalmente.
DIÓGENES: ¿Significa eso que no puede vivir en la verdad?
MEMÓNIDES:: Efectivamente.
DIÓGENES: ¿Dónde vive, entonces?
MEMÓNIDES: En la ciudad.

miércoles, 28 de julio de 2010

Cabreado

En un reciente debate en el Parlamento británico, un parlamentario conservador le objetó lo siguiente a un parlamentario laborista que proponía votar en Gran Bretaña una ley anti-burka semejante a la francesa: "En este país no tenemos por costumbre prohibir lo que no nos gusta". En Cataluña no se puede decir lo mismo.

No es que Cataluña se singularizase por el fervor de la pasión taurina colectiva. El arte de Cúchares se había convertido en una afición de minorías que estaba condenada a desaparecer en poco tiempo, pero los parlamentarios catalanes, han decidido que había que darle la puntilla.

En los tiempos del franquismo había un ministro de información que consideraba que la labor legislativa del gobierno tenía una función suprema: dirigir al cielo el mayor número posible de almas hispanas. Hoy ya no nos conducen hasta el cielo, pero están empeñados en elevar nuestra moralidad colectiva dando carácter legal a la indignación moral, porque lo que molestaba de los toros no era lo que se hacía con ellos, sino que la tauromaquía fuese un espectáculo (que, por cierto, sólo llenaba la plaza cuando venía José Tomás).

Tiempos raros, estos nuestros en los que se puede abortar en una clínica privada y pasarle la factura a la administración, pero está prohibido hacer lo mismo si llevas tu hijo a una escuela privada o, si simplemente, te sometes a un tratamiento de fertilidad en una clínica privada.

Si el aborto fuera un espectáculo público, no tengo ninguna duda de que sería prohibido.

Hoy es inmoral todo lo que molesta a una visión del mundo caracterizada por su ceguera selectiva.

El alcalde de Lleida se lo decía a los musulmanes la semana pasada: molestarían menos si se dedicasen a rezar en sus propias casas.

martes, 27 de julio de 2010

Home is where the computer is

Esto es lo que podía verse en un capítulo de los dibujos animados de "Félix el gato... el único, el único gato" que emitía Televisión Española allá por los primeros años sesenta del siglo pasado. ¿Alguien se acuerda? Mis primeras imágenes de la televisión son las del funeral de John F. Kennedy y las de los dibujos animados de Félix el Gato. Pero si, por casualidad, vi el capítulo en el que aparecía este cartel profético (¡que es de 1959!), evidentemente no entendí nada. ¡Es tan difícil comprender a un profeta!

lunes, 26 de julio de 2010

La conciencia y el nacimiento de la ciudad

Me parece fascinante la relación que establece Victor Hugo entre el nacimiento de la conciencia y el nacimiento de la ciudad.


François Chiflart, La conciencia, 1877

La conscience

Lorsque avec ses enfants vêtus de peaux de bêtes,
Echevelé, livide au milieu des tempêtes,
Caïn se fut enfui de devant Jéhovah,
Comme le soir tombait, l'homme sombre arriva
Au bas d'une montagne en une grande plaine ;
Sa femme fatiguée et ses fils hors d'haleine
Lui dirent : « Couchons-nous sur la terre, et dormons. »
Caïn, ne dormant pas, songeait au pied des monts.
Ayant levé la tête, au fond des cieux funèbres,
Il vit un oeil, tout grand ouvert dans les ténèbres,
Et qui le regardait dans l'ombre fixement.
« Je suis trop près », dit-il avec un tremblement.
Il réveilla ses fils dormant, sa femme lasse,
Et se remit à fuir sinistre dans l'espace.
Il marcha trente jours, il marcha trente nuits.
Il allait, muet, pâle et frémissant aux bruits,
Furtif, sans regarder derrière lui, sans trêve,
Sans repos, sans sommeil; il atteignit la grève
Des mers dans le pays qui fut depuis Assur.
« Arrêtons-nous, dit-il, car cet asile est sûr.
Restons-y. Nous avons du monde atteint les bornes. »
Et, comme il s'asseyait, il vit dans les cieux mornes
L'oeil à la même place au fond de l'horizon.
Alors il tressaillit en proie au noir frisson.
« Cachez-moi ! » cria-t-il; et, le doigt sur la bouche,
Tous ses fils regardaient trembler l'aïeul farouche.
Caïn dit à Jabel, père de ceux qui vont
Sous des tentes de poil dans le désert profond :
« Etends de ce côté la toile de la tente. »
Et l'on développa la muraille flottante ;
Et, quand on l'eut fixée avec des poids de plomb :
« Vous ne voyez plus rien ? » dit Tsilla, l'enfant blond,
La fille de ses Fils, douce comme l'aurore ;
Et Caïn répondit : « je vois cet oeil encore ! »
Jubal, père de ceux qui passent dans les bourgs
Soufflant dans des clairons et frappant des tambours,
Cria : « je saurai bien construire une barrière. »
Il fit un mur de bronze et mit Caïn derrière.
Et Caïn dit « Cet oeil me regarde toujours! »
Hénoch dit : « Il faut faire une enceinte de tours
Si terrible, que rien ne puisse approcher d'elle.
Bâtissons une ville avec sa citadelle,
Bâtissons une ville, et nous la fermerons. »
Alors Tubalcaïn, père des forgerons,
Construisit une ville énorme et surhumaine.
Pendant qu'il travaillait, ses frères, dans la plaine,
Chassaient les fils d'Enos et les enfants de Seth ;
Et l'on crevait les yeux à quiconque passait ;
Et, le soir, on lançait des flèches aux étoiles.
Le granit remplaça la tente aux murs de toiles,
On lia chaque bloc avec des noeuds de fer,
Et la ville semblait une ville d'enfer ;
L'ombre des tours faisait la nuit dans les campagnes ;
Ils donnèrent aux murs l'épaisseur des montagnes ;
Sur la porte on grava : « Défense à Dieu d'entrer. »
Quand ils eurent fini de clore et de murer,
On mit l'aïeul au centre en une tour de pierre ;
Et lui restait lugubre et hagard. « Ô mon père !
L'oeil a-t-il disparu ? » dit en tremblant Tsilla.
Et Caïn répondit : " Non, il est toujours là. »
Alors il dit: « je veux habiter sous la terre
Comme dans son sépulcre un homme solitaire ;
Rien ne me verra plus, je ne verrai plus rien. »
On fit donc une fosse, et Caïn dit « C'est bien ! »
Puis il descendit seul sous cette voûte sombre.
Quand il se fut assis sur sa chaise dans l'ombre
Et qu'on eut sur son front fermé le souterrain,
L'oeil était dans la tombe et regardait Caïn.


victor-hugo.info page d'acceuil

Y hablando del"Ojo de Dios" es inevitable una referencia a Nerval , que en Le Christ aux Oliviers (1844) anuncia que “Dieu est mort!” con unos versos, magníficos:
Partout le sol désert côtoyé par des ondes,
Des tourbillons confus d'océans agités...
Un souffle vague émeut les sphères vagabondes,
Mais nul esprit n'existe en ces immensités.

En cherchant l'oeil de Dieu, je n'ai vu qu'un orbite
Vaste, noir et sans fond, d'où la nuit qui l'habite
Rayonne sur le monde et s'épaissit toujours.


No puedo asegurarlo, pero creo que el poema de Hugo es varios años posterior al de Nerval.

sábado, 24 de julio de 2010

La incineración de Shelley


Percy Shelley murió ahogado en la bahía de Spezzia. Había intentado atravesarla, de manera imprudente, a bordo de una barquilla que él mismo había construido con mucho más entusiasmo que destreza y que no pudo resistir los embates de una tormenta. Llevaba consigo su traducción del Banquete de Platón, obra que había encontrado pocos días antes, después de haberla dado por perdida.

L. E. Fournier pintó, en 1889, la incineración de su cadáver en Viareggio, frente a las islas de Gorgona y Elba, en presencia de Edward John Trelawny y Lord Byron (Walker Art Gallery, Liverpool). El pintor prefirió resaltar la solemnidad del momento antes que trasmitirnos el dramatismo que envolvió al acontecimiento.

Una vez avivado el fuego, los presentes rociaron el cuerpo del poeta con abundante vino. "Con más vino -contó Trelawny- del que él [Shelley] había consumido durante toda su vida. El vino, sumado al aceite y a la sal, hacía que las llamas temblaran y crepitaran. El calor del sol y el fuego era tan intenso que el aire se torno trémulo. El cadáver se abrió por la mitad, dejando el corazón al descubierto.”

Para impedir que el corazón del poeta fuera pasto de las llamas, Byron lo arrancó del cuerpo y se lo entregó a la viuda, Mary Shelley.

Meses más tarde, Mary Shelley escribió en su diario: "¡Un corazón frío! ¿Es frío mi corazón? ¡Dios sabrá! / Pero nada ha de envidiar la helada región que este / corazón rodea. Y al menos las lágrimas son cálidas…".

Tras la incineración Byron partió en su barco, el Bolívar, hacia la Toscana. En la travesía se encontró indispuesto. "Me siento -le confesó a Trelawny- como ese pobre hombre encadenado a una roca mientras los buitres me sacan el estómago y otros órganos vitales, pues yo no tengo hígado."

Dicen que Mary Shelley conservó el corazón de su marido envuelto en un paño de lino y que cuando sintió próxima su muerte, exigió ser enterrada con él.

viernes, 23 de julio de 2010

Cómo elegir un nuevo líder para la izquierda


Para que, al menos en teoría, un líder de la izquierda pueda triunfar electoralmente en la sociedad y no sólo en su partido ha de satisfacer tres condiciones:
1) Defender el igualitarismo o, como ahora se dice, la equidad.
2) Ser eficiente resolviendo los problemas efectivos y con frecuencia imprevistos que se le presentan al país.
3) Ser popular (es decir, ser capaz de representarse verosímilmente a sí mismo como una figura políticamente necesaria), porque si no es así, no habrá manera de ganar elecciones.

Puestas así las cosas, parce evidente que no será fácil encontrar a alguien que ocupe de manera obvia la posición "D", con lo cual habrá que sacrificar una u otra condición.

Esperar para ver.

Nota: A la verosimilitud los griegos le daban el nombre de "doxa" que significa al mismo tiempo "opinión" y "esplendor" o "gloria". Epistemológica y socialmente la "doxa" ocupaba en el imaginario griego el incierto terreno intermedio entre la ignorancia y la sabiduría. Añado que, para los griegos, los hombres pueden caer en la ignorancia, pero son incapaces de ascender hasta la sabiduría, que es un límite cuyo alcance está reservado en exclusiva para los dioses.

jueves, 22 de julio de 2010

Memónides y la terapia del alma

En un escolio a "El alma y sus pasiones", de Galeno, se encuentra el siguiente diálogo entre Memónides de Moronea y un desconocido:

DESCONOCIDO: ¿Es posible proporcionarle la salud al alma por medio de medicamentos?
MEMÓNIDES: ¡Sí!
DESCONOCIDO:¿Sí?
MEMÓNIDES:¡Sí! Pero siempre que los males anímicos a curar sean o desmedidos o ridículos.
DESCONOCIDO: No te entiendo!
MEMÓNIDES: Hay que dejar en manos de la medicina lo que no pueda curar la ética.
DESCONOCIDO: Sigo sin entender.
MEMÓNIDES: En ese caso, deberás ir al médico.
DESCONOCIDO: ¿Esto es todo lo que puede decirme un filósofo?
MEMÓNIDES: La filosofía ayuda a morir, no necesariamente a vivir.
DESCONOCIDO: ¿Acaso la ética no es una de las partes de la filosofía?
MEMÓNIDES: Pero sólo en tanto en cuanto es una de las partes de la política.

Una curiosidad quizás no del todo desdeñable

martes, 20 de julio de 2010

Sexo y escuela en la Alemania del 68

Me han pasado este artículo de Der Spiegel que recomiendo leer con frialdad crítica, porque recoge un capítulo que no debe ser olvidado de la reciente historia de la pedagogía europea. Está firmado por Jan Fleischhauer y Wiebke Hollersen y se titula "The Sexual Revolution and Children. How the Left Took Things Too Far".

(...)
In the spring of 1970, Ursula Besser found an unfamiliar briefcase in front of her apartment door. It wasn't that unusual, in those days, for people to leave things at her door or drop smaller items into her letter slot. She was, after all, a member of the Berlin state parliament for the conservative Christian Democrats.

(...)
"The briefcase contained a stack of paper -- the typewritten daily reports on educational work at an after-school center in Berlin's Kreuzberg neighborhood, where up to 15 children aged 8 to 14 were taken care of during the afternoon. The first report was dated Aug. 13, 1969, and the last one was written on Jan. 14, 1970.

"Even a cursory review of the material revealed that the educational work at the Rote Freiheit ("Red Freedom") after-school center was unorthodox. The goal of the center was to shape the students into "socialist personalities," and its educational mission went well beyond supervised play. The center's agenda included "agitprop" on the situation in Vietnam and "street fighting," in which the children were divided into "students" and "cops."

"The educators' notes indicate that they placed a very strong emphasis on sex education. Almost every day, the students played games that involved taking off their clothes, reading porno magazines together and pantomiming intercourse.

"According to the records, a "sex exercise" was conducted on Dec. 11 and a "fucking hour" on Jan. 14. An entry made on Nov. 26 reads: "In general, by lying there we repeatedly provoked, openly or in a hidden way, sexual innuendoes, which were then expressed in pantomimes, which Kurt and Rita performed together on the low table (as a stage) in front of us."

"The material introduced the broader public to a byproduct of the student movement for the first time: the sexual liberation of children. Besser passed on the reports to an editor at the West Berlin newspaper Der Abend, who published excerpts of the material. On April 7, 1970, the Berlin state parliament discussed the Rote Freiheit after-school center. As it turned out, the Psychology Institute at the Free University of Berlin was behind the center. In fact, the institute had established the facility and provided the educators who worked there. Besser now believes that it was a concerned employee who dropped off the reports at her door.

"A few days later, Besser paid a visit to the Psychology Institute in Berlin's Dahlem neighborhood, "to take a look at the place," as she says. In the basement, Besser found two rooms that were separated by a large, one-way mirror. There was a mattress in one of the rooms, as well as a sink on the wall and a row of colorful washcloths hanging next to it. When asked, an institute employee told Besser that the basement was used as an "observation station" to study sexual behavior in children.

"It has since faded into obscurity, but the members of the 1968 movement and their successors were caught up in a strange obsession about childhood sexuality. It is a chapter of the movement's history which is never mentioned in the more glowing accounts of the era. On this issue, the veterans of the late '60s student movement seem to have succumbed to acute amnesia; an analysis of this aspect of the student revolution would certainly be worthwhile.

(...)
"The incidents at the Odenwald School in the western state of Hesse -- a boarding school with no religious affiliation -- showed that there was a connection between calls for reform and the removal of inhibition. The case of Klaus Rainer Röhl, the former publisher of the leftist magazine Konkret, also makes little sense without its historical context. The articles in Konkret that openly advocated sex with minors are at least as disturbing as the accusations of Röhl's daughters Anja and Bettina that he molested them, which Röhl denies.

"The left has its own history of abuse, and it is more complicated than it would seem at first glance. When leaders of the student movement of the late 1960s are asked about it, they offer hesitant or evasive answers. "At the core of the movement of 1968, there was in fact a lack of respect for the necessary boundaries between children and adults. The extent to which this endangerment led to abuse cases is unclear," Wolfgang Kraushaar, a political scientist and chronicler of the movement, writes in retrospect.

"A lack of respect for boundaries is putting it mildly. One could also say that the boundaries were violently torn open.

"Sexual liberation was at the top of the agenda of the young revolutionaries who, in 1967, began turning society upside down. The control of sexual desire was seen as an instrument of domination, which bourgeois society used to uphold its power. Everything that the innovators perceived as wrong and harmful has its origins in this concept: man's aggression, greed and desire to own things, as well as his willingness to submit to authority. The student radicals believed that only those who liberated themselves from sexual repression could be truly free.

"To them, it seemed obvious that liberation should begin at an early age (...).

"For instance, "Revolution der Erziehung" ("The Revolution in Education"), a work published by Rowohlt in 1971, which quickly became a bestseller, addresses sexuality as follows: "The de-eroticization of family life, from the prohibition of sexual activity among children to the taboo of incest, serves as preparation for total assimilation -- as preparation for the hostile treatment of sexual pleasure in school and voluntary subjugation to a dehumanizing labor system."

"Issue 17 of the cultural magazine Kursbuch, published in June 1969, described the revolutionaries' position in practical terms. Published by German author Hans Magnus Enzensberger, the issue contained a report by the members of Commune 2 in Berlin, titled "Educating Children in the Commune." In the summer of 1967, three women and four men moved into an apartment in an old building on Giesebrechtstrasse, together with two small children, a three-year-old girl, Grischa, and a four-year-old boy, Nessim. For the residents, the cohabitation experiment was an attempt to overcome all bourgeois constraints, which included everything from separate bank accounts and closed bathroom doors to fidelity within couples and the development of feelings of shame. The two children were raised by the group, which often meant that no one paid much attention to them. Because the adults had made it their goal to not just "tolerate but in fact affirm child sexuality," they were not satisfied to simply act as passive observers.

"The members of this commune also felt compelled to write down their experiences, which explains why some of the incidents that occurred were reliably documented. On April 4, 1968, Eberhard Schultz describes how he is lying in bed with little Grischa, and how she begins to stroke him, first in the face, then on the stomach and buttocks, and finally on his penis, until he becomes "very excited" and his "cock gets hard." The little girl pulls down her tights and asks Schultz to "stick it in," to which he responds that his penis is "probably too big." Then he strokes the girl's vagina.

(...)
"It is tempting to dismiss the "love play" in the commune as an exception, as a radical excess of a revolutionary project, if so many leftist parents hadn't modeled their own lives on the educational experiments on Giesebrechtstrasse. For these contemporaries, Commune 2 was a pilot project in anti-authoritarian education that was quickly followed by private kindergartens in which parents applied the new ideas to raising their children, first in Frankfurt, Berlin, Hamburg and Stuttgart, and eventually in smaller cities like Giessen and Nuremberg.

"Initially, the parents addressed practical issues, such as whether to take their children with them to protest marches. But the agenda eventually turned to sex education. In these anti-authoritarian kindergartens and daycare centers, known as Kinderladen, no other subject was discussed at such length as sex, says Alexander Schuller, one of the pioneers of the movement.

(...)
"In 1969 Schuller, a sociologist, was one of the founders of a Kinderladen in Berlin's Wilmersdorf neighborhood. Like Schuller, the other parents were academics, journalists or university employees -- a decidedly upper middle-class lot. Schuller's two sons, four and five years old at the time, grew up without the customary rules and punishments of a government-run daycare facility.

"But the adults were soon divided over the issue of sex. Some were determined to encourage their children to show and touch their genitalia, while the others were horrified by the idea.
"It was never addressed quite that directly, but it was clear that in the end, sex with the two female teachers was considered," says Schuller. "I found it incredibly difficult to take a stance. I felt that what we were trying to do was fundamentally correct, but when it came to this issue, I thought: This is crazy, it just isn't right. But then I felt ashamed of thinking that way. I think many were in the same position."

"After a year of grueling discussion, the more prudish group prevailed, and the parents decided that there would be no sex in the Kinderladen.

"(...) According to the "Handbook of Positive Child Indoctrination," published in 1971. "Children can learn to appreciate eroticism and sexual intercourse long before they are capable of understanding how a child is conceived. It is valuable for children to cuddle with adults. It is no less valuable for sexual intercourse to occur during cuddling."

"The self-deception of these supposedly enlightened parents began when they tried to force an uninhibited relationship with sex on the children. In theory, their goal was to enable the children to act on their sexual needs. But because children are not spontaneously inclined to become sexually active in front of adults, they had to be stimulated to do so. The parents were constantly telling sex jokes and using words like "cock," "butt" and "vagina." "Actually, my sons really liked going to the Kinderladen," says Schuller, "but they thought the constant chatter about sex was horrible."

(...)
"In his 1975 autobiographical book "Der grosse Basar" ("The Great Bazaar"), Green Party politician Daniel Cohn-Bendit describes his experiences as a teacher in a Frankfurt Kinderladen. When the children entrusted to his care opened his fly and began stroking his penis, he writes, "I was usually quite taken aback. My reactions varied, depending on the circumstances."

(...)
"Here, too, the distinctions become blurred. How should we react when Cohn-Bendit writes, in his memoirs, about "little, five-year-old girls who had already learned to proposition me?" It wasn't the only time the Green politician raved about his experiences with children. In a largely unnoticed appearance on French television on April 23, 1982, Cohn-Bendit, a member of the European Parliament today, said the following:
"At nine in the morning, I join my eight little toddlers between the ages of 16 months and 2 years. I wash their butts, I tickle them, they tickle me and we cuddle. … You know, a child's sexuality is a fantastic thing. You have to be honest and sincere. With the very young kids, it isn't the same as it is with the four-to-six-year-olds. When a little, five-year-old girl starts undressing, it's great, because it's a game. It's an incredibly erotic game."

"Cohn-Bendit later claimed that his portrayals in the book were meant as a provocation. Whether or not one believes his assertions, the development of the Greens in the 1980s shows that their nonchalant talk about sex with young children eventually attracted real pedophiles.

(...)
"The Greens were not long immune to the argument that the government should not limit the sexuality of children. At its convention in Lüdenscheid in 1985, the Greens' state organization in the western state of North Rhine-Westphalia argued that "nonviolent sexuality" between children and adults should generally be allowed, without any age restrictions. "Consensual sexual relations between adults and children must be decriminalized," the "Children and Youth" task force of the Green Party in the southwestern state of Baden-Württemberg wrote in a position paper at about the same time. Public protests forced the party to remove the statement from the document.

(...)
"One of the few leaders of the left who staunchly opposed the pedophile movement early on was social scientist Günter Amendt. "There is no equitable sexuality between children and adults," Amendt said, expressing his outrage over the movement. Alice Schwarzer, the founder of the political women's magazine Emma, also spoke out against the downplaying of sex with children and defined it as what it really was: outright abuse.

"Amendt recalls how he was disparaged as a reactionary in flyers and articles. "There was an outright campaign against Alice and me at the time," he says.

(...)

lunes, 19 de julio de 2010

I'm an android


No hace muchos días, dos mujeres cultas y adineradas, en una edad que antes era considerada "madura", discutían abiertamente delante de mi sobre la conveniencia de "un injerto". Tardé en comprender que se referían a la inseminación artificial.

Memónides en Lebadia

Estando Memónides de Moronea en Lebadia, uno de los patricios de la ciudad le preguntó:
- Dime, Memónides, ¿de quiénes hay que huir?
- De aquellos -le contestó inmediatamente Memónides- cuya tristeza se nutre de nuestra complacencia.

La creatividad, de nuevo

La preocupación por el fomento de la creatividad en los niños está muy lejos de ser específica de los actuales pedagogistas. E. Paul Torrance comenzó a interesarse por la creatividad en los años de la guerra de Corea y andaba empeñado en fomentar la creatividad entre los niños de Minneapolis a mediados de los años cincuenta del siglo pasado.

Torrance definió la creatividad como la producción de algo original y útil, pensando tanto en la capacidad de los soldados norteamericanos que, habiendo caído prisioneros, demostraban una capacidad extraordinaria para sobrevivir en buenas condiciones psicológicas como en la creatividad tecnológica. Desde entonces se han hecho diferentes intentos de definir la creatividad y no está claro que hayamos encontrado una definición completamente satisfactoria. En cualquier caso parece haber un acuerdo generalizado en que las personas creativas son aquellas capaces de dominar tanto el pensamiento divergente (la capacidad para imaginar diversas soluciones para un problema) como el pensamiento convergente (la capacidad para elegir la mejor entre las soluciones posibles).

Desde los estudios de Torrance no hemos hecho otra cosa que diseñar ejercicios y más ejercicios específicos de fomento de la divergencia y la convergencia intelectual. Y en estas estábamos cuando ha saltado la voz de alarma en los Estados Unidos, porque la creatividad de los niños norteamericanos, medida, por ejemplo, con el test de creatividad de Torrance, está descendiendo desde 1990. El último número de Newsweek le dedica a este asunto la portada.

¿Qué está pasando?

Hay quienes culpan del declive de la creatividad entre los niños al exceso número de horas que pasan frente a una pantalla (TV, móvil, consola, ordenador). Sospecho que una parte de razón no les falta, porque la creatividad no es una musa caprichosa que se presente y se esfume a su antojo, sino que le gusta revelarse en exclusiva a aquellos a los que encuentra concentrados intentando resolver un problema. La creatividad requiere, además de pensamiento convergente y divergente, capacidad para concentrar la atención y mantenerla fija en un punto durante largo tiempo. Y esto no es algo que las pantallas fomenten. Más bien fomentan lo contrario, la dispersión de la atención, como ya ha sido bien estudiado. Pero hay que dar un paso más y aclarar que, por ejemplo, la creatividad musical requiere, con anterioridad a cualquier otra cosa, conocimientos musicales. Es el conjunto de conocimientos, capacidad de concentración de la atención y pensamientos convergente y divergente lo que permite la creatividad en música. Y lo mismo podemos decir en matemáticas, dibujo, literatura o tecnología. Si uno de estos elementos falla, falla la creatividad.

Algunos estudios recientes, como los de Mihaly Csikszent o Gary G. Gute, añaden un elemento más: una cierta tensión espiritual. La persona creativa no es ni la ansiosa ni la satisfecha, sino la que se encuentra en algún punto intermedio entre la ansiedad y la satisfacción.

Tengo la impresión de que el buen maestro de cualquier tiempo ha fomentado la creatividad teniendo en cuenta todos estos factores, incluso los buenos maestros de la escolástica, precisamente porque no se les ocurría disociar las actividades creativas de los contenidos y sabían educar en el mantenimiento de la concentración de la atención gracias a la educación en la lectura lenta. Mientras que nuestros niños que no paran de hacer ejercicios de fomento de la creatividad general (laberintos, puzzles, etc) no acaban de mostrarse creativos. Esto lo sabía bien Alain, el filósofo francés que fue uno de los padres de la escuela republicana francesa, que sostenía que "il n'y a qu'une méthode pour inventer, qui est d'imiter". Y lo saben muy bien los hipercreativos coreanos, que antes de permitir que sus alumnos inventen, les hacen conocer a fondo lo fundamental de las de las diferentes asignaturas académicas.

Más información: Aquí y aquí

domingo, 18 de julio de 2010

Sin palabras


Si la filosofía, como decían Platón y Aristóteles, comienza con el asombro; entonces la filosofía comienza sin palabras.

sábado, 17 de julio de 2010

"Permanensia"

En Ocata vive desde hace años, casi en completo anonimato, un filósofo tibetano. Tiene unos cuarenta años y posee una profundísima formación budista, que adquirió en su juventud tras varios años de trato y estudio con sabios monjes montaraces del Tibet.
En Ocata trabaja de friegaplatos en un restaurante. Me lo presentó alguien que durante un tiempo trabajó con él y de esta manera he tenido acceso a su sabiduría. Lo mejor que se puede decir de la misma es que se resume en una palabra, "permanensia".
Si un plato se le rompe, "permanensia", dice, y recoge los trozos sin inmutarse.
Si el trabajo se le acumula, "permanensia", y sigue a su ritmo.
Si no hay ni un cliente, "permanensia".
Si hay una bronca entre camareros, se interpone con su palabra mágica, "permanensia".
Si le brillan los ojos porque está viviendo alguna experiencia gozosa, todo lo que cuenta es "permanensia".
Si...., "permanensia".
Si no...., "permanensia".
Y así va toreando a la vida.
Entre sus prosélitos nos encontramos Glauka y yo, su permanente servidor.

viernes, 16 de julio de 2010

Consejos sesudos del Café de Ocata para sobrellevar el calor


Por favor, lean ustedes poco y de manera muy lenta. El sentido es la cantidad de significado que cabe entre dos sorbitos. Sean ustedes re-sentidos. Especialmente desde este humilde café desaconsejamos el ejercicio de cualquier tipo de deporte.

Por último, una advertencia: "Even bening Nature habitually lies, except when she promises execrable weather" (Mark Twain, "On the decay of the art of lying")

Tarde o termprano tenía que pasar

martes, 13 de julio de 2010

Contra pereza, diligencia

I
Contra pereza, diligencia, aprendí en mi infancia en la escuela, gracias al catecismo del Padre Astete.

II
Me detengo a recordar...
Contra Soberbia, Humildad. Contra Avaricia, Largueza. Contra Lujuria, Castidad. Contra Ira, Paciencia. Contra Gula, Templanza. Contra Envidia, Caridad. Contra Pereza, Diligencia.
III
Tras salir del Col·legi de Doctors i Llicenciats (mañana termino el curso sobre el vocabulario de Platón), he subido andando diligentemente hasta la librería La Central de la calle Mallorca (11.45 de la mañana) y me he comprado el libro de Peter E. Gordon Continental Divide. Heidegger. Cassirer. Davos. De nuevo en la calle el sol caía (perdonen ustedes la pereza metafórica) como plomo fundido, pero recuperando la diligencia he decidido ir andando hasta el Parlament de Catalunya (13-14h).

IV
No se puede decir que fuera vestido de manera elegante. Digamos, simplemente, que iba dignamente vestido, lo cual, en mi actual situación (estoy de Rodriguez) significa que llevaba puesta mi penúltima ropa limpia. Seguían las banderas españolas en los balcones. En La Vanguardia M. Dolores García dice que "Catalunya sale del armario". Algo de eso hay. Espero poder hacer la observación sin molestar a nadie. También me he encontrado grandes banderas españolas en algunos despachos del Parlament, pero eso me parece menos relevante.

V
¡Qué calor! He estado a punto de lanzar mi cartera al carajo, con el Continental Divide incluido. Andaba yo usurero con las sombras cuando en medio del Carrer de Calders he pisado una losa de la calle. Una losa que parecía exactamente igual que cualquier otra, pero al pisarla se me ha hundido y me he visto envuelto en un surtidor de aguas... digamos que fangosas. Así que , hecho un adefesio, he tenido que entrar a comprarme unos pantalones (de rebajas, carísimos y no del todo de mi agrado, pero la urgencia lo exigía) en una tienda de la Plaça de les Olles.

VI
Contra la ira, paciencia.

VII
En el Parlament he estado reunido hasta las ocho de la tarde, haciendo política, claro.

VIII
O sea, que la vida continúa y, por lo tanto,

Contra soberbia, humildad.

lunes, 12 de julio de 2010

Reflexión sobre Cataluña

He seguido con la máxima atención lo que ha estado pasando estos días en Cataluña y después de meditarlo, de verdad, intensamente, he llegado a estas dos conclusiones:
1. Efectivamente, algo se mueve en Cataluña,
2. Pero no tengo ni idea de en qué dirección.

domingo, 11 de julio de 2010

Las cosas humanas


Lo que sigue lo escribió el anciano Platón de las Leyes 803 b-e. Aunque parezca escrito por Memónides de Moronea, cualquier interesado puede acudir al texto platónico para confirmar su verdadera autoría. Si lo que dice Platón tiene poco que ver con lo que dicen los manuales acerca de la filosofía de Platón, este es un problema de los manuales, no de Platón:

Los asuntos de los hombres (ta tôn anthrôpôn prágmata) aunque no merecen gran consideración, no hay más remedio que tomarlos en serio, lo cual no es precisamente un motivo de regocijo (eutykhés) (…). Hay que tratar en serio lo que es serio (spoudaîon spoudázein), pero no lo que no lo es. Y esto es precisamente lo mejor que hay en el hombre. Hay que aceptar, en consecuencia, este destino. Todo hombre y toda mujer deben pasar su vida jugando a los juegos más hermosos (kallístas paidiàs) que puedan jugar. Hay que vivir jugando determinados juegos, es decir, sacrificando, cantando y danzando de manera que nos sea posible, de una parte, conseguir el favor de los dioses, y de otra, defenderse contra los enemigos y vencerles en combate”.

La conclusión (804 b): “La manera de ser (tòn trópon) del hombre es propia de quienes, no siendo por regla general más que unos títeres, participan algunas veces en pequeño grado de la verdad”.

Una pista para quien la necesite: Cuando Platón dice "la divinidad", léase "la naturaleza" (la phýsis), mientras que cuando habla de "los dioses" hay que pensar en los dioses de la ciudad, que son los garantes del fundamento de la ley y, por lo tanto, de la piedad y la justicia.


Sigamos. Estoy convencido que Memónides de Moronea compartiría palabra por palabra esto que sostiene Diotima en el Banquete de Platón (207d-208b):
La continuidad de la existencia mortal sólo puede perseguirse a través de la procreación. En nuestra vida siempre hay algo nuevo en proceso de sustituir a algo viejo, incluso en el momento en que decimos que un ser vivo es él mismo (tò autó), esta cambiando. Los hombres no poseemos siempre lo mismo (tà autà), aunque digamos que somos el mismo, sino que constantemente estamos perdiendo algo y renovándonos en los cabellos, la carne, los huesos, la sangre y todo el cuerpo. Lo mismo le sucede al alma, que continuamente renueva sus costumbres, su carácter, opiniones, deseos, placeres, tristezas, temores. Nadie posee siempre un idéntico estado de ánimo. Pero lo más desconcertante (atopôteron) es que nuestros conocimientos también están continuamente naciendo y pereciendo, por tanto “ni por nuestros conocimientos somos siempre los mismos (hoi autoí) (208 a). Siempre estamos olvidando e implantando nuevos recuerdos en el lugar de los que nos abandonan, salvando así el conocimiento, que de esta manera parece idéntico al de antes. “Así se conserva todo lo que es mortal; no con la perdurable identidad propia de lo que es divino, sino con la sustitución de aquello que se va y que se ha hecho viejo por una cosa nueva igual a la que existía. Con esta astucia (mêkhanê), Sócrates –dijo Diotima-, lo que es mortal comparte (metékhei) la inmortalidad tanto en lo referente al cuerpo como a todo el resto”.


viernes, 9 de julio de 2010

Memónides de Moronea. Algunos fragmentos

Llevo ya varios meses intentando traducir algunos fragmentos de Memónides de Moronea. Comencé tomándome esto como un entretenimiento y se está convirtiendo en una obsesión. No es una empresa fácil y no estoy del todo satisfecho del resultado, sin embargo, he decido que os los voy a ir presentando, y así -si no es mucho pedir- puedo ir conociendo vuestra opinión sobre la obra de tan insigne desconocido.

En la presentación de los fragmentos sigo la numeración de D.-G. (Diesel-Gaz) en la Teubner. Como podéis ver hay algunos saltos en la sucesión. Los fragmentos que faltan es que, sencillamente, me han derrotado.

I
Yo vine aquí para vivir y llevo toda la vida envejeciendo.

II
La meta: exprimirse a uno mismo en el camino.

V
El hombre es la melancolía de la naturaleza.

VI
La cura de la melancolía es el olvido.

IX
En el hombre la naturaleza toma consciencia de su propia evanescencia.

X
En la naturaleza del hombre habitan la naturaleza del ciervo y la del león.

XI
El hombre se siente león cuando la naturaleza lo impulsa; se siente ciervo cuando la naturaleza lo acecha.

XIII
La cultura: el olvido del ciervo. El arte es el fármaco del olvido.

IX
Eso a lo que llamamos mundo es lo que nos entrega como redención posible ese incondicional ["arkhê": fuente, principio, origen, fundamento] al que entregamos por completo nuestra fe.

X
El hombre ético: El hombre capaz de mantenerse fiel al proyecto arbitrario de vida que él mismo ha elegido libremente.

(continuará...?)

jueves, 8 de julio de 2010

Pedagogismo y clasismo

Los pedagogistas no se cansan de decirnos que los conocimientos se han convertido en un lastre. Como -según nos insisten- en estos tiempos nuestros todo cambia cada vez más aceleradamente, no podemos saber qué conocimientos le serán útiles a un alumno el día de mañana. Por lo tanto, hay que desincentivar el aprendizaje de contenidos y enseñar a nuestros alumnos a aprender a aprender.

Dejemos de lado ahora el hecho de que el teorema de Pitágoras probablemente continuará siendo válido mañana y pasado mañana, como una buena competencia lectora o unos buenos hábitos de trabajo (resistencia a la fatiga, capacidad para mantener concentrada la atención...) , etc. Independienteente de todo esto, parece evidente que para aprender a aprender se necesitan criterios que nos permitan discriminar entre lo superfluo y lo relevante y para ello parece totalmente imprescindible disponer de un conocimiento bastante preciso de las diferentes áreas de saber. A no ser que los pedagogistas dispongan de un saber específico sobre una posible ciencia del saber que no sea ciencia de ningún campo concreto del saber.

Lo relevante, insisto es que los conocimientos han ido perdiendo relevancia en las escuelas (y con ellos la objetividad del saber y la misma ética del trabajo intelectual) frente a la pujanza de la santísima trinidad de la creatividad (como si hubiese una creatividad general que una vez adquirida lo mismo sirviese para ser creativo en pintura que en gastronomía, literatura o matemáticas), el pensamiento crítico (que es el pensamiento ajeno que coincide con el nuestro) y la autonomía (que es la capacidad para asumir como verdaderas las tesis que defienden la autonomía).

En esas estábamos cuando los chinos nos han salido al paso. Han decidido que si lo importante no es saber, sino estar en condiciones de aprender, lo que hay que hacer es contratar a las personas con un cociente intelectual más alto. Y a los otros, al paro. ¿Y saben qué? ¡Pues que me temo que de las premisas de nuestros pedagogistas, la única conclusión lógica es ésta.

Cada día veo más claro que el pedagogismo es, en sus efectos, profundamente clasista.

martes, 6 de julio de 2010

"La vida es surrealista...

... lo único realista es la literatura", pensaba yo sentado en posición poco elegante en unos servicios públicos de Barcelona.

Las necesidades perentorias de la fisiología, que se presentan como el ladrón. sin avisar previamente de la hora, me han arrastrado esta mañana hasta unos váteres públicos barceloneses atendidos por una mujer que, sin duda, es una de las máximas forofas de la selección española de fútbol. Nada más verme me ha gritado un "¡A por ellos!" que me ha dejado bastante confundido, dada mi situación. Ella, como si tal cosa, me ha seguido hasta el váter de caballeros y a pesar de que le he cerrado la puerta delante de sus narices, no paraba de hablar. Pero no contenta con decir que ella lo que se había imaginado era una final Brasil-España, se interesaba también por mi opinión sobre detalles técnicos de los partidos. ¿Qué pensaba yo del estado físico de Torres? ¿Estaba jugando España con 10 jugadores, dada la manía de del Bosque por poner a Torres? ¿Podemos confiar en el doble pivote frente a Alemania? ¿No está subiendo el lateral derecho demasiado, dejando desguarnecida la zaga? Etc, etc.

He salido de allí rápidamente, dejando a la señora con la palabra en la boca. Al cruzarme en las esclareas con un señor que las bajaba con evidente prisa, no he podido evitar lanzarle una sonrisa que al buen señor, seguro, le ha resultado incomprensible.

Historias de la vida misma

Tras leer un post de Arrebatos he recordado lo que le le ocurrió a J., un adinerado abogado de Ocata que aquejado de varias dolencias físicas, se compró un coche de segunda mano en muy malas condiciones y se fue a Santiago. Ya que no podía hacer el camino como Dios manda, decidió tener un gesto con el apóstol jugándose la vida por las carreteras o, como él dice, "poniendo su vida en manos del Santo". ¡Y que fuera lo que él quisiera!

Una vez llegado a Compostela sin ningún incidente notable, se dirigió inmediatamente a la catedral, a ponerse a los pies del Santo, pero para hacerlo en las oportunas condiciones de levedad espiritual, primero se confesaría.

Así que se arrodilló en el confesionario y comenzó el recitado de sus pecados, que me parece a mí, conociéndolo como lo conozco, que no serían ni pocos ni de poca monta. Pero en el proceso de la confesión el cura le preguntó por su profesión. "Abogado, padre", contestó J. "Pues entonces me vas a venir muy bien -le dijo el cura- porque tengo yo varios pisos en alquiler y en un par de ellos andan remolones para pagarme." "¡Padre!". "¡Dime hijo!". "Yo no tengo problemas para ayudarle, pero no tengo por costumbre recibir a mis clientes de rodillas". "Tienes razón, hijo". El cura salió del confesionario y allí mismo le hizo su consulta. Una vez resueltos los asuntos mundanos, retornaron a los espirituales, recuperando las posturas de rigor.

Nunca le he podido sacar a J. cuánta penitencia fue necesaria para librarse de sus pecados. Sí que me dijo que como la consulta jurídica era compleja se creó una larga cola de penitentes, que sin duda, añadieron el de impaciencia a sus muchos pecados.

domingo, 4 de julio de 2010

El fútbol y Memónides de Moronea


- Un partido de fútbol -dijo Memónides de Moronea- es como la vida misma.
A ver la cara de perplejidad de sus discípulos (todo hay que decirlo: muy escasos) explicó sus palabras de esta manera:
- Unos van a jugar, otros a ver jugar a los primeros, algunos a hacer negocios con la aglomeración de gentes y, por último, están los que acuden a verlos a todos ellos.
Era evidente que los discípulos seguían sin entender nada y Memónides de Moronea, que ya tenía asumido que su filosofía no pasaría a la historia, por falta de discípulos inteligentes, añadió:
- Mirad a los jugadores y a los espectadores. Entregan toda su pasión al cumplimiento de unas reglas arbitrarias. Darían su vida por un lance. Se emocionan, lloran, ríen, sufren infartos, se entusiasman y se deprimen gracias a que han entregado toda su fidelidad a la arbitrariedad de las reglas de juego. Sin esa fidelidad a lo arbitrario no habría juego y sin juego no hay partido. Y sin partido no hay vida.
- ¿Y los negociantes? -preguntó uno de sus discípulos.
- Para ellos todo es también en juego pero sus reglas son las de la cuenta de resultados.
Se produjo un silencio. Nadie se atrevía a preguntar por los que van a verlos a todos, a los jugadores, a los espectadores y a los comerciantes. Memónides comprendió su cobardía, pero se negó a hablar. No quiso decirles que estos últimos, los teóricos, son los filósofos.


sábado, 3 de julio de 2010

Memorias de un hombre caducado

Cuando voy hablando sobre la escuela por esos mundos de Dios siempre hay alguien escandalizado porque, a su parecer, defiendo la escuela antigua. A veces son más directos y dicen que defiendo la escuela conservadora. Recuerdo una charla en la que un señor se levantó airado protestando que "¡Este tipo lo que quiere es que vuelvan los salesianos!".

¿Soy antiguo?

¡No me importa!

En todo caso ya tengo edad suficiente para merecerlo. Y desde mi arcaica visión del mundo quiero confesar mis pecados; porque, efectivamente, confieso mi profunda deuda de gratitud con mis maestros.

Siempre les estaré agradecido por hacerme escribir una redacción semanal, por devolvérmela al día siguiente corregida, por leer las mejores, en clase, por estimularnos a mejorar, por proponernos ejemplos, por ayudarnos a pensar en lo que escribíamos, por no conformarnos con entregar nada que estuviese por debajo de nuestras capacidades.

Siempre les estaré agradecido por todo lo que me animaban a leer. Gracias a ellos conocí a Salgari, a Mark Twain, a Verne, a Stevenson (aunque sólo fuese por La isla del tesoro les estaría siempre agradecido). A todos los leía con once y doce años., allá por los paleolíticos años sesenta del siglo pasado, años tan antiguos que por no haber no había ni pedagogos.

Siempre les estaré agradecido a mis maestros por descubrirme, a mi, un chaval de una familia muy humilde de un pequeño pueblecito agrícola, que sin ellos no hubiese tenido otro futuro que el del azadón, las maravillas de La conquista del oeste, El tercer hombre, Solo ante el peligro, Bailando bajo la lluvia, Ciudadano Kane, El evangelio según San Mateo, Pánico en las calles, etc, etc, etc. A ellos les debo en buena parte mi capacidad de ver.

Siempre les estaré agradecido por aquella carcundia de la nota de urbanidad; por empeñarse en educar mi carácter, por no dejarme arrastrar los pies, etc, etc.

Todo esto, por lo visto, es la educación tradicional, porque ahora unos señoritos que no tienen ni idea de la historia de la pedagogía, han decidido que todo lo que no esté dictado por ellos es caduco y que ahora hay que educar de otra manera, aunque el resultado de nuestra educación sea un 30% de niños que a los 12 años no saben leer. A veces pienso que en esta escuela moderna yo estaría entre ellos.

Lo reconozco, me eduqué en la escuela antigua, pero me duele tan poco el pecado que, miren ustedes, volvería a caer en él sin dudarlo.

jueves, 1 de julio de 2010

Del "Diario de un hombre intranquilo"

Vive en Ocata, desde no hace más de dos años, una cubana descomunal. Quiero decir una cubana negra, muy alta, fuerte, de carnes generosas y apretadas, y mirada y melena medusiana . Un día, en el restaurante del J, al ver que el camarero tardaba en servirle algo que le había pedido, aprovechó un descuido de éste, le agarró por donde más duele y mirándole a la cara le dijo con un inquietante tono de advertencia: "A mi no me gusta esperar. Te he dicho que me traigas ..... ¿A que vas a ser bueno?." Y el camarero fue bueno y los que estábamos allí presentes también nos prometimos ser buenos con ella de por vida. Es fácil imaginar el silencio que se apoderó de todos nosotros. Pero ella, como si tal cosa, soltó a su presa, pinchó algo del plato y se lo llevó a la boca con toda normalidad.

Me la he encontrado varias veces y siempre he intentado mirar para otra parte, que hay distancias higiénicas que conviene preservar muy mucho ante ciertas personas.

Y así ha sido hasta ayer por la tarde. A eso de las ocho venía de darme un baño en la playa, con mis chancletas, mi bañador mojado, descamisado y con la toalla al hombro, cuando la he visto venir directamente hacia mí, con contundencia, porque esta mujer no parece haber tenido ni una duda en su vida. Lo peor es que se me ha parado delante y me ha señalado con el dedo. Pero para mi sorpresa me ha sonreído antes de decirme: "¡Te he visto en la televisión!". Y yo he respirado, le he sonreído y he seguido para adelante, intentando preservar lo que pudiera de los restos rotos de la distancia higiénica.

Habrá que ver cómo evoluciona esto.

El guionista caprichoso

 I A eso de las cuatro de la tarde ha sonado el teléfono. Era una de esas llamadas que esperas que nunca lleguen y que cuando llegan, siempr...