miércoles, 12 de julio de 2006

Syd Barret II

Ayer le dediqué el post al mito. Hoy ando todo el día pensando en la persona. Así que permitidme que baje de su pedestal al mito para poder mirar cara a cara a la persona.

Pero antes he de hacer una confesión: Yo creía en lo que se dio en llamar la "música progresiva". De hecho creía en esta causa mucho más que en la del proletariado. Es lo que me diferenciaba tanto de mis camaradas como de mis amigos de Azagra -auténticos jóvenes proletarios-, que mantenían incorruptible su fe cienga en Manolo Escobar. Por eso nuestra decepción obedeció a motivos distintos. Mis camaradas fueron cambiando según la Historia iba dando mamporrazos a la Marta Haneker; a mí la historia se me cayó del burro con el triunfo de la música disco. Con "Fiebre del sábado noche" descubrí la quimera del progresismo. Pensándolo bien: Los únicos que han podido mantener su fe intacta han sido los devotos del Escobar. ¡Manda huevos! ¡Qué lucidez la de aquellos jóvenes proletarios!

Vista con perspectiva creo que puede decirse -y espero no molestar a nadie- que la psicodelia británica era mucho más "ye-yé" que la estadounidense. ¡Dónde va a parar! ¿Pero quien tenía en los setenta acceso a la música de la costa oeste? ¡Si cuando se estrenó "Qué noche la de aquel día" todos los jóvenes nos convertimos en motivo de mofa para la gente bien pensante, que se escandalizaban por las melenas -¡melenas!- de los chicos de Liverpool y nos hacían a todos cómplices de la degradación de occidente.

Pero hecha esta generalización hay que hacer una excepción con Syd Barret, porque él estaba más allá de la psicodelia. Él estaba en la psicostasia. El éra Caronte.

Por eso en cuanto echaron a Syd Barret -y posiblemente no podían hacer otra cosa más que echarlo- Pink Floyd inició su despegue hacia el número uno de las salas de espera.

¿Os habéis dado cuenta lo bien que se adapta hoy la música de Pink Floyd al ambiente de las salas de espera de los dentistas?

Ese ha sido su destino. Nunca podremos decir lo mismo de la música de Syd Barret, que en paz descanse.

Así que Syd, choca esos cinco, mandemos la melancolía al carajo y, de verdad, ¡encantado de haberte conocido!

13 comentarios:

  1. Por qué un águila caza moscas?

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  2. ¿A cuento de qué, entonces, viene este comentario?

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  3. Tiene usted toda la razón. Él siempre será transgresor. Siempre será único y su música no se escuchará en el ascensor de unos grandes almacenes.

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  4. Pero que se escuche o no en el ascensor de unos grandes almacenes, ¿quiere decir algo? Yo escucho Appels & Oranges y ya no me dice nada. Y The Kinks si, todavía, por ejemplo. Por otra parte, ¿quien va a escuchar música al ascensor de unos grandes almacenes? Y ¿a que suena bien como título? A mi me sigue pareciendo que Really Got my tiene más fuerza, incluso por Van halen. Porque hablo de música de masas y no de un juego intelectual para sofisticados.
    El puñetaqzo del trasgresor debe tener efecto y memoria, y ser digerido. Si no es nada, un juego en la lucidez del momento.
    Con Perdón.

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  5. Un águila vuela al compás del MITO SYD,nunca baja a la triste realidad.Recuerdas?

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  6. Luis: El que una música se escuche o no en el ascensor de unos grandes almacenes no dice nada -evidentemente- de su calidad. Se puede escuchar música pésima en el Palau de la Música Catalana y música excelsa en un tren de cercanías de la Renfe. Ahora bien... hay músicas que, independientemente de la calidad que tengan, nacieron con voluntad transgresora, en el sentido de que pretendieron renunciar a lo cotidiano para abrirse a otra cosa. Fue el caso tanto de Barrett como de Pink Floyd. La música del primero sigue resistiéndose a la domesticación; la de los segundos está plenamente domesticada. Dicho esto, añadiré que a mí lo de "sofisticado" me suena a elogio.
    Y por cierto: ¡Viva la polémica!

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  7. ¡Viva!
    Creo que estamos de acuerdo en la función socio musical del ascensor. Ahora hablemos de la sofisticación. Me encanta la idea de lo sofisticado como actitud ética. Pero lo entiendo siempre como una cuestión individual. En cuanto un grupo se determina como sofisticado se convierte en masa y deja de serlo, o por usar tu expresión (que comparto) se domestica. Esta claro que no he conseguido expresarlo en mi comentario de esta manera con la que no se si estarías de acuerdo, pero representa lo que si quiero decir.
    Sid Barret: trasgresor irracional. No es un Wilde, evidente. ¿Quien le sigue? ¿Estética? ¿Actitud individual? ¿Génesis del grupo social? El incremento de popularidad acaba con el elitismo (una manera de entender la sofisticación).
    En los´primeros 70 un grupo de amigos íbamos a Formentera a pasar parte de los veranos, y cuando nos preguntaban al volver hablábamos mal de la isla para evitar la masificación. No soportábamos que socio-media apareciera por allí.
    Sigo creyendo que hay música que conserva su rabia, ¿sólo en mis oidos? treinta años después, como su potencia creativa doscientos. Sid Barret no me lo parece, es un producto muerto (respetuosamente lo digo, o no, pero no quiero molestar) disuelto por el tiempo. Nunca volverá a ser trasgresor, solo en la memoria. Y enlazamos con el soguero.
    Espero, buenamente, no haber molestado a nadie, y menos a ti, Gregorio.

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  8. Quisiera añadir algo: pensando en sartre y en su teoría de la revelación de la obra de arte en el momento de ser conocida por el espectador, Barret no es trasgresor, lo es aquel que entiende la música como trasgresora. No tiene porque existir la misma identidad en la intención que en la audición.

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  9. ¡Menudos cebos me lanzas! ¡Y yo con este apetito!
    1) En primer lugar te propongo abandonar las fórmulas de cortesía -que yo he sido el primero en utilizar-. No tiene ningún sentido llevar la cortesía a su expresión formularia. La cortesía que yo busco, en todo caso, es la de una respuesta inteligente.
    2) El espectador que quiere entender una obra ajena y no meramente divertirse con ella debe pretender comprender al autor de la misma tal como este se comprendía a sí mismo. Resalto lo de "pretender".
    3) A pesar de sus diferencias -notables- creo posible hacer un paralelismo entre Syd Barrett y Jerry García: su intención inicial sigue viva en su música. Digamos que su acto de voluntad creador sigue en pie y no ha agotado su fertilidad.
    4) A pesar de todo cuanto te digo lo que más escucho en estas últimas semanas no es ni Barrett ni García, sino Nina Simone, Django Reinhardt.
    5) Pero mi enemiga la melancolía es, sin embargo, un dulce mal, porque me ayuda a mantener la ilusión de que la burra de Oknos se ha dormido y que la cuerda sigue intacta.

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  10. Vale, coincidimos en Nina Simone y en una enorme marea jazzsística que abarca algo así como 50 años.

    1 - Dejemos la cortesía formularía.
    2 - Yo me apunto al hecho de que el arte es revelación y no existe salvo cuando se establece el protocolo del descubrimiento. En contra de la idea de Kant de que el hecho arte existe antes de el hecho espectador, me apunto a la idea sartriana: el arte solamente existe cuando se revela la obra. En ese momento se produce otro proceso creativo que es el me interesa. Independiente del autor.

    Por ejemplo: no necesito conocer a Celine para leer su obra y pensar en consecuencia. (Se trata de un caso extremo). Mozart es Mozart y la Jupiter es la Jupiter. Conocer del autor lastra mi percepción.

    3 - Naturalmente la intención de Barret sigue viva independientemente de que esa intención existiera como acto creativo o le surgiera de manera espontánea. Pero, por 2 para mi lo que importa es el oyente y su sensación ante la música cuando la oye.
    En este mundo musical (fuí productor de conciertos en su tiempo) la creación literaria del mito es anterior al conocimiento de la obra y eso carga de ¿literatura? el proceso. Una banda es la banda y su música desde el inicio. Nunca es la música a solas. Desaparece el acto creativo puiro en el mundo del oyente.

    4 - Desde mi punto de vista, lo más trasgresor del mundo musical pop de los sesenta fué el Twist and Show de los Beatles, donde el fenómeno mito era débil todavía pero la música trasgredía lo conocido y formulaba actos de afirmación generacional, incipientes.

    5 - NO hables de cebos. Tu blog lo es, grande y jugoso.

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  13. hay no mamen solo disfruten su musica y sientan su escencia , olvidense de syd lo importante es su arte por que syd ya no esta y el no queria que lo vieran si no hacer arte disfruten Pipers y madcap kamaron pulpo y ostion

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