sábado, 8 de julio de 2006

Mi amigo Muhhamad y Adam Smith

Joshua Rubin

I

Mi amigo Mohhamad vino un día, todo ufano, a enseñarme su DNI, porque ya era español, y a decirme que lo primero que había hecho había sido sacar a sus hijos de la escuela pública, que está llena de moros y paquistaníes, y llevarlos a las monjas.
-
Pero Muhammad –le pregunté- ¿y la religión?
-
¡Si Dios es el mismo en todas las religiones! –me contestó, completamente seguro de lo que me decía.

II

De esto hace ya varios años, porque desde que es español Muhhamad ya no aparece por casa. Pero cuando era marroquí me quería tanto que hasta se empeñó en regalarme una casa que tenía en el campo, allá en su pueblo, cerca de Larache.

III

He hablado de Mohhamad esta noche a propósito de lo que dice Adam Smith sobre las dos necesidades básicas del ser humano: el reconocimiento de nuestra existencia y la confirmación de nuestro valor.

IV

Dicen que el drama de la vejez es comprobar que los demás ya no nos necesitan porque hemos dejado de ser valiosos. La falta de reconocimiento tiene un nombre: soledad. Tanto es así que para Smith los pobres -los pobres auténticos: los pobres más pobres de entre los pobres- son aquellos a los que nadie observa, los que no llegan a existir ante los ojos de sus conciudadanos. El pobre entra y sale sin que se lo note, y en medio de la muchedumbre se encuentra en la misma oscuridad que enclaustrado en una choza.

V

La necesidad de ser visto es una necesidad de consideración, porque necesitamos a los otros para forjarnos una identidad.

VI

La conciencia no es otra cosa que el otro generalizado, la mirada de los otros en el interior de uno mismo.

VII

“Para mi –decía Goethe- no habría castigo más grande que habitar solo en el Paraíso.”

VIII

Y ahora una recomendación morbosa para aquellos a los que les guste mirar a los que les gusta ser mirados:
Completely Naked

7 comentarios:

  1. 1 / Mudó la conciencia al tempo occidental y alcanzó el nirvana de la indiferencia.
    2 / Después de todo, ¿quien quiere una vieja casa cerca de Larache?
    3 / La asimilación del emigrante alcanza siempre los niveles de la tragedia.
    4/ Desnudos si, pero ligeramente maquillados.

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  2. Siguiendo tu razonamiento, podríamos decir que este es el motivo por el cual algunos nos empeñamos en escribir un blog y actualizarlo a diario... ESTA NEFANDA NECESIDAD DE SER VISTOS, LEÍDOS Y COMENTADOS POR LOS OTROS.

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  3. Voyeur de exhibicionista? Voyeur de un no-voyeur? Sin patologia, todos.

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  4. Por partes:
    1. Luis: "... pero ligeramente maquillados": esa es la clave. A la hora de la verdad no se quiere enseñar el culo, sino el culo decorado. No es un tema menor. Las generaciones actuales, que hubieran podido conquistar la desnudez cotidiana, una vez que alcanzaron la frontera de la piel se asustaron, como han hecho todas las generaciones probablemente desde que la caída del pelo primate nos dejó la piel al descubietto, y se han puesto inmediatamente a decorarla con tatuajes, piercings, etc.

    2. Tonibañez:
    2.1. Primero enhorabuena por el premio. Estoy dispuesto a leer la obra a cuatro manos con una sola.
    2.2. También para Clara: Con frecuencia la gente se queja de la invasión de la intimidad por parte de los media. Yo creo que el fenómeno que nos caracteriza es exactamente el contrario: la sobreexposición de la intimidad. A ella contribuimos, con más o menos arte, cuando andamos mostrándonos por el ciberespacio.

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  5. La versión moderna de la frase de Goethe podría ser: ¿Quién querría acostarse con Claudia Shiffer si luego no lo puede contar? Dependemos mucho de la mirada de los otros, para poder ser nosotros mismos (eso cuando no nos convertimos en lo que el otro quiere). Me ha salido un lío espantoso. Saludos a todos.

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  6. isabel: yo estaría dispuesto a acostarme con la Schiffer siempre y cuando ella no contara nada.

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